James Dean, un "anciano" de 80 años
Tres películas, cuatro años de carrera y un final dramático le bastaron al prometedor Jimmy, para pasar de ser un chico de granja a un mito sin fecha de caducidad. Nunca nadie consiguió tanto en tan poco.
La industria de Hollywood, que sabe ser generosa con sus
muertos, quedó encandilada con ese actor de impronta imborrable tras
el debut de "East of Eden" (1955), primer filme en el que
Dean aparecía como protagonista después de trabajar de extra en
seis producciones anteriores.
Tres películas, cuatro años de
carrera y un final dramático le bastaron al prometedor Jimmy, para pasar de ser un chico de granja a un
mito sin fecha de caducidad. Nunca nadie consiguió tanto en tan
poco.
La industria de Hollywood, que sabe ser generosa con sus
muertos, quedó encandilada con ese actor de impronta imborrable tras
el debut de “East of Eden” (1955), primer filme en el que
Dean aparecía como protagonista después de trabajar de extra en
seis producciones anteriores.
Cinta dirigida por Elia Kazan
que supo ver el potencial de un intérprete que luchaba por
sobrevivir en una profesión en la que el actor se estrenó haciendo
anuncios de refresco y en la que, según las malas lenguas, llegó
realizar favores sexuales para abrirse camino.
Talento no le
faltaba a Dean, que nació el 8 de febrero de 1931 en Marion, una
zona rural de Indiana, estado natal también de Michael Jackson,
donde llegó a ser premiado en su adolescencia por su desempeño
deportivo y artístico.
De la noche a la
mañana, James Dean sedujo a un Hollywood sediento de artistas
carismáticos para alimentar su poderoso “star-system”.
Su
nombre y su imagen de chico malo comenzó a llenar páginas de
revistas como emblema de un espíritu marcado por el nacimiento del
rock&roll y la teoría de que había que vivir deprisa y morir
joven, algo que Dean terminó por seguir al pie de la letra.
Al
rodaje de “East of Eden” le siguieron casi de inmediato
“Rebel Without a Cause” y “Giant”, filme que
concluyó su grabación un día antes de que aquel joven actor de 24
años falleciera inesperadamente.
Por motivos contractuales
con Warner Brothers, Dean tenía prohibido participar en
competiciones deportivas, especialmente carreras de coches, mientras
estaba trabajando en un papel, por lo que tuvo que esperar al final
de su última película para subirse a su bólido y dirigirse hacia
un evento automovilístico.
Aquel viaje llegaría a su final
antes de tiempo, como casi todo en la vida de Dean, cuando su
vehículo colisionó frontalmente con otro en una intersección de
las carreteras 46 y 41 en el interior de California, un lugar
fatídico que ahora es un lugar de peregrinación para sus fans.
El
destino quiso que el actor no pudiera saborear su éxito ya que solo
vivió para ver el estreno de “East of Eden”, producción
por la que obtendría una nominación póstuma a mejor actor en 1956,
candidatura que repetiría en 1957 por “Giant”.
El
próximo fin de semana en Fairmount, localidad en la que se crió
próxima a Marion, sus incondicionales seguidores volverán un año
más a recordar su figura con motivo de su 80 cumpleaños a través
de un ciclo de cine con las proyecciones que dejó Dean para el
recuerdo, por su puesto, sin arrugas y sin canas.
fmx/pgp/me