Ernesto Ottone jr. y su pasión oculta: las series de TV
¿Cómo iniciar un blog cuando nunca has sido ni un fanático de las lecturas de blog ni menos un bloguero consumado? Pues lo haré desde el anonimato de alguien que tiene una pasión oculta. Un hobby que, por lo demás, es compartido por mucha gente cuando está en confianza: series made in USA and U.K.
¿Cómo iniciar un blog cuando nunca has sido ni un fanático de las lecturas de blog ni menos un bloguero consumado? Pues lo haré desde el anonimato de alguien que tiene una pasión oculta. Un hobby que, por lo demás, es compartido por mucha gente cuando está en confianza: series made in USA and U.K.
Partamos desde el inicio. Las series aparecieron en mi vida en la adolescencia y volvieron con fuerza cuando cumplí 30 años. Desde entonces, empezaron a ocupar de manera significativa mis horas de ocio y de sueño. Las temporadas completas en DVD fueron un descubrimiento apoteósico y fueron desplazando lentamente los libros de mis estantes, hasta rivalizar en cantidad, y por qué no decirlo en calidad, con el soporte papel.
Luego, hace un par de años, aparecieron las descargas y ahí ya la cosa se puso color de hormiga. La espera de los mid-seasons del mes de septiembre -sinónimo de estrenos- se hizo intolerable. Hoy uno puede descargar las series estrenadas en Estados Unidos o Inglaterra con un desfase de un par de horas. Y como excusa siempre estará el perfeccionamiento del inglés como idioma, ya que ver las series gringas sin subtítulos es el verdadero placer culpable.
Hoy comentaré tres series recién estrenadas en Estados Unidos que están en su first season episode 8 o 9 y probablemente ya tengan aseguradas una segunda temporada para el 2011-2012.
Como le hacemos a todo tipo de series -drama, policial, de abogados, familiares, teenies, sci-fy, históricas- hoy me dedicaré a las comedias, esas de 28 minutos pero no necesariamente con risas cada 5 parlamentos.
Esta temporada, las grandes cadenas -CBC, ABC, FOX, NBC- dieron a luz a cerca de 10 nuevas de esas comedias: algunas ya han salido del aire por bajo raiting, otras quedaron en hiatus, otras no han logrado engancharme, pero hay tres que son simplemente hilarantes.
Partamos por Raising Hope, la historia de un joven de clase media baja, sin empleo y con un CI por debajo del promedio en un pueblo de la América profunda que en el primer episodio se mete con una joven que resulta ser una serial Killer. Luego de 9 meses en la cárcel, la muchacha da a luz a una hermosa bebé, de nombre Princess Beyonce, pero al final del capítulo, es electrocutada en la silla eléctrica. Pues el chico asume su paternidad y se lleva a su primogénita a vivir con su familia; madre dependiente de una empresa de aseo, padre jardinero y abuela senil. Como se podrán imaginar las vicisitudes de la crianza en un ambiente como éste, produce carcajadas nada despreciables. Ah, me olvidaba, obviamente el nombre de la guagua es cambiado a Hope o sea “Esperanza”.
La segunda serie, que recuerda la gran película “La Fiesta Inolvidable” con Peter Sellers se llama Outsourced. Es la historia de otro joven middle class, empleado de un call center de una empresa de venta de los objetos más inútiles de la historia del consumo, que se ve obligada a relocalizar su centro de negocios en la India. La serie relata la historia de este gerente metido en el medio de una urbe estilo New Dehli tratando de lidiar con sus trabajadores hindúes y musulmanes, e intentando entender una cultura y tradiciones que le son completamente extravagantes. Hace muchos años que no me reía tanto, debe ser el efecto Bollywood.
La tercera que pareciera ser más convencional, es la serie de Willian Shatner, sí, el mismísimo capitán Kirk de Star Trek, la serie original, y que retoma casi copiado su personaje de Danny Crane de “The Practice” y “Boston Legal”, con una gran diferencia: esta vez no es un abogado con el mal de la vaca loca, sino un doctor jubilado, republicano que tiene que lidiar con su hijo guionista-desempleado que vuelve a vivir con él, además de soportar a su otro hijo y a su nuera vendedores de bienes raíces. Es el humor gringo llevado a su límite, riéndose de todo pero, sobre todo, de ellos mismos y de las grandes ambigüedades de su sociedad. El nombre de la serie es “Shit my dad says” o sea “Mierda, como dice mi padre”. Como podrán ver es un broche de humor negro en un tono irónico y burlesco, que habla de las crisis, el desempleo, los problemas de plata, la soledad y los endeudamientos o sea de nuestras sociedades.
Ernesto Ottone Ramírez es licenciado en Artes y actor de la Universidad de Chile y Master II en Gestión y Políticas
Culturales de la Universidad de Paris IX Dauphine. Es ex director
Ejecutivo de Matucana 100, director del Magister en Gestión Cultural
Aplicada de la Universidad del Desarrollo, y actual director
Ejecutivo del Museo de la Solidaridad.