Bahrein es foco de un nuevo conflicto político en Medio Oriente
Una jornada de violencia extrema vive hoy la capital de Bahrein, Manama, luego de que sus cuidadanos se sumaran a las revueltas populares vividas en Túnez y Egipto las semanas pasadas.
Al menos cuatro personas murieron hoy y más de cien resultaron heridas cuando la Policía y el Ejército de Bahrein cargaron contra varios miles de manifestantes que pedían en el centro de Manama reformas políticas y mejoras económicas, según una ONG.
Una jornada de violencia extrema vive hoy la capital de Bahrein, Manama, luego de que sus cuidadanos se sumaran a las revueltas populares vividas en Túnez y Egipto las semanas pasadas.
Al menos cuatro personas murieron hoy y más de cien resultaron heridas cuando la Policía y el Ejército de Bahrein cargaron contra varios miles de manifestantes que pedían en el centro de Manama reformas políticas y mejoras económicas, según una ONG.
El presidente de la Asociación de la Juventud Bahreiní para los Derechos Humanos, Mohamed al Maskati, aseguró a EFE que las fuerzas de seguridad emplearon munición real, además de balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que se concentran en la plaza Lulu (Perla, en árabe) de Manana desde hace dos noches.
Alrededor de 3.000 o 4.000 personas se encontraban en la plaza en el momento en el que las fuerzas de seguridad cargaron contra los participantes.
Al Mascati agregó que fuerzas del Ejército tomaron parte en las operaciones hacia las 7.00 hora local. “Esta es la primera vez que se utiliza militares para atacar a la gente, no sé qué pasará, cada tres minutos me informan de que hay un nuevo herido o un nuevo muerto”, dijo.
Desde que el 14 de febrero comenzaran las protestas en Bahrein son ya seis las personas muertas.
El Ejército bahreiní justificó su despliegue en la capital para “preservar la seguridad de los ciudadanos y los residentes” y ha pedido a la población que se abstenga de participar en las concentraciones de protesta.
El portavoz del Ejército, en un comunicado retransmitido por la televisión bahreiní, asegura que las Fuerzas de Defensa también velan por “el mantenimiento de la libertad y las propiedades de las acciones de violencia”.
“Han sido tomadas todas las medidas necesarias para mantener la seguridad, el orden público y la estabilidad”, asegura la nota leída y titulada “comunicado número uno”.
Las Fuerzas Armadas también instaron a los ciudadanos a evitar “las concentraciones en zonas vitales del centro de la capital”, ya que esto causa graves efectos al tráfico y provoca miedo entre los que se encuentran en la zona.
Según un portavoz del Ministerio del Interior bahreiní, un total de cincuenta policías resultaron heridos en los incidentes que se produjeron cuando irrumpieron en la plaza para dispersar a los manifestantes.
La televisión oficial de Bahreín mostró imágenes cedidas por el Ministerio de los policías que fueron heridos, así como de varias espadas, cuchillos y navajas con los que asegura fueron agredidos los agentes.
Aunque los militantes de la oposición fueron totalmente desalojados, hoy una manifestación de miles de personas tuvo lugar frente al hospital Salamaniya, el principal de Manama.
En tanto, el Gobierno de Bahrein teme que se produzca una división sectaria en el país. “Corremos peligro de que haya una polarización entre chiíes y suníes. Es muy peligroso”, afirmó el ministro bahreiní de Asuntos Exteriores, Jaled al Jalifa, en una rueda de prensa posterior a una reunión extraordinaria de los jefes de la diplomacia de los países del golfo pérsico.
Esta revuelta popular cuenta con una participación sin precedentes en este país, un archipiélago con una superficie de tan solo 727 kilómetros cuadrados en el que viven poco más de un millón de personas, la mitad de ellos extranjeros.