China teme protestas como las de Medio Oriente
Varios cientos de personas se congregaron hoy en Pekín y Shanghái tras ser convocadas para extender la "Revolución del Jazmín" de los países árabes a China, en unos incidentes que se saldaron sin violencia pero con varias detenciones.
Varios cientos de personas se congregaron hoy en Pekín y Shanghái tras ser convocadas para extender la “Revolución del Jazmín” de los países árabes a China, en unos incidentes que se saldaron sin violencia pero con varias detenciones.
Según informaron la prensa oficial y Boxun, una de las webs donde se publicó la convocatoria de estas manifestaciones, en Pekín al menos dos personas fueron detenidas por las autoridades en la céntrica calle de Wangfujing, principal arteria comercial de la capital y situada a pocos centenares de metros de la plaza de Tiananmen, escenario de las trágicas protestas de 1989.
Uno de los detenidos era una persona mayor que increpó a los agentes, y otra un joven que dejó una flor de jazmín junto a un restaurante de la cadena McDonalds en la citada calle, el establecimiento donde había sido convocada la protesta.
Algunos vídeos de ésta han sido colgados en Internet, bajo el título “revolución del jazmín” (“Molihua Gemin”), y pueden verse aquí (aunque este vídeo no puede verse en China, ya que está alojado en YouTube, una web bloqueada por las autoridades).
En el vídeo y las fotos que se ofrecen en Boxun pueden verse a cientos de personas en Wangfujing, aunque es difícil determinar cuántos de ellos eran realmente manifestantes, ya que se trata de una calle habitualmente muy concurrida y muchos de ellos podrían ser simplemente curiosos atraídos por la fuerte presencia policial y de periodistas que sabían de la convocatoria.
Según la agencia oficial Xinhua, no hubo enfrentamientos violentos cuando los agentes de policía acudieron al lugar de la protesta, pues según la información la gente “se dispersó cuando la policía llegó para mantener el orden”.
En Shanghái también se produjeron pequeños incidentes entre la policía y un grupo de personas que se congregaron en un Starbucks de la ciudad, también respondiendo a la convocatoria publicada en Boxun, web alojada en EEUU que había llamado a manifestaciones en otras 10 ciudades chinas (aunque por ahora sólo se informó de incidentes en las dos mayores urbes del país).
Al menos tres personas fueron detenidas por la policía en los incidentes en Shanghái, además de las dos de Pekín, aunque en alguno de estos casos sólo recibieron una advertencia y fueron puestas en libertad de inmediato.
Se trata de los primeros conatos de protesta que se producen en China como eco de las que estos días ha habido en Túnez, Egipto, Yemen, Libia, Argelia, Bahrein y otros países árabes, y que en los dos primeros casos han causado la caída de dictaduras que llevaban varias décadas en el poder.
La censura china ha intentado incluso bloquear este fin de semana la palabra “jazmín” en microblogs y otros foros de Internet, lo que no impidió que algunas se mantuvieran en algunas webs, pidiendo a los potenciales manifestantes que corearan consignas pidiendo trabajo, vivienda, alimentos y justicia, sin peticiones políticas.
El Gobierno chino teme que en los próximos meses aumente la inestabilidad social, más que por circunstancias políticas por la creciente inflación en el país, que ha producido aumentos de precios de los alimentos de hasta el 10 por ciento interanual y una subida del IPC del 4,5 por ciento el pasado enero.
Además, ayer se anunciaron subidas del 4,6 por ciento en los precios de los carburantes, algo que puede impulsar todavía más la inflación.