Gracias por el calentamiento global
Los ejecutivos de Duke Energy están acostumbrados a que se presenten manifestantes en las reuniones de sus accionistas. Más que mal, son una de las empresas que más emite gas de efecto invernadero en EE.UU. (y del mundo probablemente). Las peticiones siempre oscilan entre que dejen de reventar montañas para obtener carbón, que dejen de quemar cosas, y que -finalmente- dejen de calentar el planeta en ese proceso.
Los ejecutivos de Duke Energy están acostumbrados a que se presenten manifestantes en las reuniones de sus accionistas. Más que mal, son una de las empresas que más emite gas de efecto invernadero en EE.UU. (y del mundo probablemente). Las peticiones siempre oscilan entre que dejen de reventar montañas para obtener carbón, que dejen de quemar cosas, y que -finalmente- dejen de calentar el planeta en ese proceso.
Sin embargo, todos se impresionaron cuando un hombre llamado Tom Borelli les pidió exactamente lo contrario. Este hombre ha pasado los últimos cinco años como un activista que compra pequeñas cantidades de acciones, con el propósito explícito de hacer ruido en estas reuniones.
Borelli insistió en que la compañía debe contabilizar detalladamente los recursos que han gastado al hacer lobby por regulaciones sobre el cambio climático. La revista Mother Jones cuenta que el Director Ejecutivo de la empresa, Jim Rogers, ha pasado mucho tiempo tratando de conseguir “un trato con el diablo del gobierno” y también ha “perseguido molinos de viento legislativos”.
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