Degustando: Quinoa

Llegué al Quínoa después de leer varias buenas recomendaciones (es de la ex chef de El Huerto.. uno de mis lugares favoritos), y a petición de mi amiga Paula, embarazada y antojosa.

Nos gustó la llegada. Tiene cuatro estacionamientos afuera y una callecita por el costado que hace que el tema autos no sea problema (cosa que se agradece).

La estética…linda. Todo en mimbre, madera y blanco y una terraza preciosa debajo de un parrón que es donde nos sentamos. Ambientación: check.

Pedimos para tomar unos jugos de limón-menta y otro de piña-jengibre ($2.200), ricos y fresquitos.

Tuvimos que pedir el pan, pero cuando llegó se nos olvidó la espera. En unos saquitos de género viene un pan integral caliente buenísimo y para acompañar una salsa de tomates… hubiera agradecido infinitamente una margarina/mantequilla, pero no había.

Para comer, optamos por las especialidades que nos habían sugerido.

Una ensalada de quínoa roja: viene con palta, lechuga, tomate y tofu asado. Un check adicional: nos trajeron 2 salsas para aliñarla; una de yogurt con hierbas y otra de mostaza. Rico y buen tamaño. ($4.900).

También pedimos una lasaña de berenjenas y zucchini. Es exquisita, viene con una ensalada y está en su punto de cocción y bien mojada en una salsa buenísima. El tamaño de la lasaña nos quedó un poco corto (es del diámetro de un plato chico de café), pero no sé si fue porque teníamos mucha hambre o porque mi amiga embarazada está comiendo mucho… ($5.100).

De postre, nos entusiasmamos con un crumble de frutos rojos. No nos gusto. Tiene tanta canela que sería bueno avisar. Y le falta consistencia, demasiado líquido… Nos quedamos con las ganas de un postre rico ($2.900).

Cuando salimos nos dedicamos también a sapear las cosas que venden en la tienda. Hay desde zapatos hasta sales marinas y aceite de oliva. Una mezcla rara, pero que hace entretenida la sobremesa. Un check para el lugar.

Restaurant Quinoa, Luis Pasteur 5393, Vitacura, Santiago.

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