¡A comprar entradas para Londres 2012!

 

Si usted anda medio aburrido de su pega, y siente que se merece un viaje como Dios manda, todavía está a tiempo para volar a uno de los eventos más importantes del mundo: los Juegos Olímpicos.

 

El próximo año, Londres albergará la cita máxima del deporte, y desde hoy se pueden comprar las entradas para todos los eventos. Eso sí, además de tener hartas lucas (ya verá por qué), hay que tener en cuenta una serie de datos, que El Dínamo pasa a detallar a continuación.

 

Para comprar, primero que todo tiene que tener más de 16 años. Si no es su caso, vuelva a la casilla de partida (?) y coméntele a sus padres o apoderados la gran oportunidad que tiene en frente. Si es mayor de 16, ahora tiene que tener tarjeta Visa… y ¡residir en un país europeo! Ya empezamos con los problemas.

 

Pero tiene solución. Además de comprar a través del sitio oficial, hay agencias de venta designadas para cada país. En el caso de Chile, es Cartan Tours, empresa de la cual Google no nos quiso entregar una dirección o teléfono local, pero el PDF oficial de los Juegos da este como su sitio web.

 

Ahora vamos a los precios. Tras revisar un archivo cercano a los 200 mil millones de páginas, encontramos los eventos que podrían ser los más destacados y cuánto cuesta cada ticket. Por ejemplo, la mejor entrada en la final del fútbol vale casi 100 mil pesos. Por su parte, para la final de los 100 metros planos de hombres, que se correrá el 5 de agosto del próximo año, sus precios van entre los 560.000 y los 38.000 pesos. Adivine cuáles se van a acabar primero.

 

Si usted le tiene fe a Tomás González, y quiere a primera fila ir el día de las finales en gimnasia, tendrá que pagar 350.000 pesos. Y si su favorito es Fernando González o, por qué no, Nicolás Massú, hay que hacer el cheque por 174.000 pesos para los mejores asientos en la final del tenis.

 

Eso sí, antes de cualquier cosa tiene que reservar alojamiento. Y, según informan las agencias, si Londres ya es una ciudad cara, esta vez los “empresarios hoteleros” no anda con mucha vergüenza. Por ejemplo, un hotel cuatro estrellas que usualmente cobra 155.000 pesos, ahora pide ¡855.000! Además, las empresas de turismo aseguran que con ellos tampoco han sido mucho más simpáticos.

 

Con todo esto, todavía hay ganas de ir. Pero después de pasar por la calculadora.