Conoce los siete puntos en la escala de radioactividad
La central japonesa de Fukushima ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según el presidente de la autoridad nuclear francesa, André-Claude Lacoste. Aquí te contamos que significa cada escalón y donde se han desarrollado los accidentes.
Nivel 7:
La central japonesa de Fukushima ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según el presidente de la autoridad nuclear francesa, André-Claude Lacoste. Aquí te contamos que significa cada escalón y donde se han desarrollado los accidentes.
Nivel 7:
El más alto dentro de la escala de medición de los sucesos nucleares corresponde a la liberación al exterior de materiales radiactivos con
amplios efectos en la salud y el medio ambiente y requiere la aplicación
prolongada de contramedidas.
El único caso conocido ocurrió el 26 de abril de 1986, en la central de Chernobil en Ucrania. Cuando el reactor número cuatro de la planta explotó, dejándo graves secuelas en la población que se puende apreciar hasta hoy.
Nivel 6:
Corresponde a la liberación, considerable, al exterior de materiales radiactivos y probablemente requerirá la aplicación de contramedidas.
La central de Mayak, situada en los Montes Urales en las proximidades de Kyshtym (antigua URSS) sufrió un accidente de este nivel en septiembre de 1957.
Nivel 5:
Este parámetro se establece cuando se produce una liberación limitada de materiales radiactivos al exterior o se registran varias muertes por radiación. También si el reactor sufre daños graves o si produce una liberación de grandes cantidades de materiales radiactivos dentro de la instalación. Suele requerir la aplicación de contramedidas.
Los accidentes de las centrales de Windscale-Sellafield en Liverpool (Reino Unido), en 1957, y Three Mile Island, en Harrisburg, Pensilvania (EEUU), en 1979, fueron de nivel 5.
Nivel 4:
Corresponde a los sucesos en los que hay una liberación menor de materiales radiactivos.
El nivel 4 conlleva al menos una muerte por radiación, se produce una fusión de combustible o se liberan cantidades considerables de radiación dentro de la instalación.
No suelen ser necesarias las contramedidas, salvo los controles locales de alimentos. En este nivel se encuentran los accidentes de Tokaimura (Japón), en 1999, y Sant Laurent des Eaux (Francia), en 1980.
Nivel 3:
Se refiere a los casos en los que la exposición a la radiación es diez veces superior al límite establecido para los trabajadores y en los que hay efectos en la salud pero no mortales (por ejemplo quemaduras). También incluye la contaminación en zonas no previstas en el diseño de la central.
Aunque entonces no se utilizaba en España la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES, por sus siglas en inglés), el accidente sufrido en octubre de 1989 por la central española de Vandelló I (Tarragona) alcanzó este nivel, según los expertos.
Nivel 2:
Corresponde a la exposición de una persona a dosis por encima de 10 mSv (milisiever), que es el límite anual que prevé la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) a la exposición de un trabajador por encima de los límites anuales reglamentarios.
También son de nivel 2 los sucesos en los que se registra una contaminación importante en zona no prevista de la instalación o cuando hay niveles superiores a 50 mSv/h en una zona de operación.
Nivel 1:
Contempla la sobreexposición de una persona por encima de los límites anuales reglamentarios, problemas menores en componentes de seguridad y la pérdida o robo de fuentes radiactivas.