Ex recluta reveló la suerte de 18 opositores a Pinochet
Los cadáveres de al menos 18 opositores a la dictadura de Augusto Pinochet asesinados tras el golpe militar de 1973 fueron arrojados a un río de la zona de Temuco , dijo hoy a Efe un exrecluta que participó en la acción.
El exrecluta ha entregado datos desconocidos hasta ahora sobre ese episodio de la represión pinochetista al juez especial Fernando Carreño, que investiga la desaparición de seis militantes comunistas en noviembre de 1973.
Los cadáveres de al menos 18 opositores a la dictadura de Augusto Pinochet asesinados tras el golpe militar de 1973 fueron arrojados a un río de la zona de Temuco , dijo hoy a Efe un exrecluta que participó en la acción.
El exrecluta ha entregado datos desconocidos hasta ahora sobre ese episodio de la represión pinochetista al juez especial Fernando Carreño, que investiga la desaparición de seis militantes comunistas en noviembre de 1973.
Entrevistado por Efe, M.C.S., que pidió reserva de su identidad, señaló que él y otros reclutas que cumplían el servicio militar a fines de 1973 en el regimiento Tucapel, con base en Temuco, recibieron órdenes de arrojar cadáveres a un río cercano en varias ocasiones.
“Yo permanecí dos años en el regimiento Tucapel haciendo mi servicio militar, y siempre recibimos órdenes de los oficiales. Si no las cumplíamos, nos mataban a nosotros“, relató.
El exrecluta, que reside en Freire, dijo que él participó en dos operaciones para deshacerse de cadáveres en el río Allipén, pero le consta que “hubo más”, por lo que le comentaron entonces sus compañeros reclutas.
“Me ordenaron subir a un camión junto a otros conscriptos para ir a Isla Cautín (campo de entrenamiento militar). Ya de noche, al llegar al lugar la primera vez subimos diez cuerpos y la segunda ocho. Los llevamos al puente Allipén donde fueron arrojados al río de ese mismo nombre”, rememoró.
M.C.S. señaló que los oficiales de entonces están negando “todo” ante el juez Carreño y quieren que “paguen” los que eran unos “simples conscriptos“. “Eso no es justo”, dijo a Efe.
En sus declaraciones al juez Carreño, M.C.S. ha mencionado a un “teniente Espinoza”, aparentemente Manuel Espinoza Ponce, ya fallecido, y al entonces teniente Pablo Gran López, hoy general retirado, como los oficiales de los operativos en los que se arrojaron cadáveres al río.
Gran López está inculpado en la única causa que investiga el juez Carreño en relación con los crímenes ocurridos en el regimiento Tucapel después del golpe militar, la de los seis militantes comunistas que fueron sacados del cuartel y llevados a un campo de entrenamiento donde fueron asesinados.
Las autoridades militares dijeron posteriormente que se trataba de terroristas abatidos al intentar asaltar un polvorín.
En la misma condición de inculpado que Gran López figura en la causa el exbrigadier Jaime García Covarrubias, hoy funcionario del Pentágono de Estados Unidos como profesor del Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa de Estados Unidos.
Dos antiguos prisioneros, Herman Carrasco y Víctor Maturana, dijeron a Efe que presentarán escritos ante el juez Carreño para que también abra una investigación por los cuerpos arrojados al río Allipén y por las torturas que afirman haber sufrido a manos de García Covarrubias y otros oficiales que cumplían funciones en el cuartel Tucapel.