La verdad sobre los ojos de Elizabeth Taylor
Si los titulares sobre el violeta de los ojos de Elizabeth Taylor fueran radioactivos, la población mundial estaría tan sobreexpuesta que debería alimentarse con tabletas de yodo desde ayer -cuando falleció la actriz- hasta el fin de los días. Pero ¿por qué tenía la Taylor los ojos más bonitos del mundo? Existen dos razones.
Si los titulares sobre el violeta de los ojos de Elizabeth Taylor fueran radioactivos, la población mundial estaría tan sobreexpuesta
que debería alimentarse con tabletas de yodo desde ayer -cuando
falleció la actriz- hasta el fin de los días. Pero ¿por qué tenía la
Taylor los ojos más bonitos del mundo? Existen dos razones.
1. El color de sus ojos es es azul profundo, no violeta: “No
hay ojos violeta, igual que no hay ojos negros”, explica el catedrático
de Oftalmología de la Universidad de Madrid José Manuel Benítez del
Castillo. “El color depende de la cantidad de pigmento del ojo y el
rango va desde el marrón muy oscuro que se confunde con el negro al
azul”. Otra cosa es que nos parezcan violetas, como demuestran un montón
de encarnizadas discusiones en la red sobre los ojos de Liz Taylor como
la mantenida en la Wikipedia,
que en un principio incluía pero que después retiró los contenidos
sobre iris de ese tono.
2. Taylor tenía dos filas de pestañas: y no una como la mayoría de los mortales. Sus biógrafos cuentan cómo
el médico informó a sus padres de que su hija tenía “una mutación”,
aunque a su madre no le pareció nada alarmante. Su amigo el
actor Roddy McDowall se preguntaría después “¿Quién más tiene doble
pestañas que una chica que ha nacido absolutamente para la gran
pantalla?”. También es sabida una anécdota que le ocurrió cuando tenía
solo once años de edad y rodaba ‘Lassie come home’. Un cámara le pidió
que se quitara las pestañas postizas. La niña Taylor se defendió con una
frase maravillosa. “It isn’t make up, it’s me” (¡no es el maquillaje,
soy yo!).