“Sigue La idea: en dos ruedas”, por Libertad Gaco

Andar en la chapulina ha sido de lo más estimulante con una vida llena de acción. La dualidad de la vida en dos ruedas me ha llevado a sentirme la joven de la portada de una revista que fomenta la vida sana y, al rato después, el ogro de rulos que pedalea rauda e infructuosamente dispuesto a asesinar al conductor de la 4×4 que no miró más que si venían autos por la calle y estuvo a punto de atropellarme.

 

Tengo que admitirlo, el no estar fumando sumado a ir en bicicleta por las calles me hace sentir bien conmigo misma, como la mujer joven de vida natural, que trabaja, estudia, carretea, se ríe y lo pasa chancho de una manera sana; el ejemplo de lo que siempre he querido ser… pero claro, con 8 kilos menos, más sueldo, casa con jardín y chacra incluida. Pero por algo se empieza.

 

Fui casi atropellada tres veces y no es que haya pedaleado a la hora punta por Providencia o la Alameda. Fui casi atropellada, nada más que por la impaciencia, por el no querer ver, por el ir acelerados y en “la suya”, de la mayoría de los conductores. De verdad me sorprende la agresividad y “yoísmo” de la mayoría de los que vamos al volante.

 

Por otro lado, entiendo la necesidad de las ciclovías que piden organizaciones sociales a lo largo del país y sobre todo en Santiago. Si voy por la vereda, con justa razón me reta la señora que pasea al cabro chico en su motito o me mira feo la enfermera de la viejita que camina a dos por horas.

 

Por otro lado, si voy por la calle, pasan los autos al lado mío a dos milímetros del manubrio y si voy pegada a la berma, me topa el pedal poniendo en riesgo mi equilibrio. No es fácil…

 

En todo caso puedo resumir mi experiencia de la semana en bicicleta de la siguiente manera (aunque debo confesar que usé el auto dos noches y un día): nada mejor que ver los tacos y uno pasar raudo y veloz, con banda sonora en los oídos, sobre la bici. La banda sonora, la lleva y es a gusto del consumidor.

 

Es súper importante que la bici tenga un asiento cómodo… y aunque sea cómodo, duelen los músculos del poto un poco los primeros días. También es necesario usar casco, porque puede ser peligroso andar en lugares que no tienen ciclovía.

 

Les juro que sube el ánimo al final del día hacer este ejercicio. Ayuda mucho no estar fumando (si, ya llevo 12 días). Y otra recomendación: no dar por sentado que las reglas del tránsito se aplicarán a los automovilistas, osea, de verdad tener cuidado aunque el otro tenga signo “pare”.

 

Ahorré 17 lucas de bencina. Es en serio… En una sola semana. Aún no puedo subir ni bajar escaleras sin sentir cada músculo de mis piernas, por eso es bueno tratar de no llevar mucho peso.

 

La experiencia fue buenísima. No me puedo quejar en lo absoluto. Es más, intentaré seguir usando la chapulina y compraré un casco, así es, no tengo casco…

 

Tenemos un desafío más realizado, ¿Con qué nos lanzamos esta semana? La preocupación está instalada, el debate, nuevamente abierto… ¿Qué reto me plantean para los próximos 7 días?

 

Les recuerdo, alguna duda, acotación, sugerencia o conversa gratis, pueden escribir a libertadylaidea@gmail.com 

 

 

Libertad Gaco tiene casi 29 años, es madre de dos gatos, periodista de profesión, y comunicadora por vocación. Curiosa por esencia y apasionada por las causas que cree nobles, ha decidido experimentar en primera persona lo que es vivir en conciencia con el medio ambiente.