5.981 postulantes enojados con Becas Chile: se entregaron sólo 764 cupos

Las decepciones partieron ayer a las 20.00 horas. La primera del 89% de los  6.745  postulantes fue no quedar seleccionado en el proceso de Becas Chile, que anunció ayer sus resultados para estudiar magísteres y doctorados en el extranjero. La segunda, fue darse cuenta de que ganar el financiamiento era casi el doble de difícil que el año pasado: se entregaron 439 becas para doctorados y 325 para magíster, en vez de 543 y 793 respectivamente, como se hizo en 2009.

 

La disminución de financiamiento estatal en ambas categorías aleja al país aún más del estándar OCDE de “capital humano avanzado”, que se refiere al número de investigadores  por cada mil trabajadores. La cifra promedio de los países del organismo es de 7,4 investigadores. La de Chile, 1,4.

 

Por eso, las cifras del Ministerio de Educación sonaban optimistas. Inicialmente se habló de 700 becas para estudios de magísteres y 500 para doctorados, aunque el subsecretario Fernando Rojas dijo en una entrevista a El Mercurio en mayo pasado que esa cifra debía confirmarse. Que dependía de la excelencia de los postulantes. Que había que “desarrollar el talento más avanzado para Chile”.

 

Y ese argumento es válido. Lógico, inclusive. Pero cuesta creer que, entre los 6.745 postulantes, los 700 evaluadores -dividos en 26 comités- no hayan podido encontrar más que 764 candidatos aptos para recibir el beneficio estatal. Menos si el ministro Joaquín Lavín había comprometido “alrededor de dos mil becas” para este año, en un anuncio hecho en la inauguración de la primera Feria Expo-Estudiante de Becas Chile.

 

Más allá de la transparencia en el proceso, el cuestionamiento está en la asignación de los recursos. En si la disminución de becas se debe a la falta de masa crítica o a la falta de financiamiento, que viene del presupuesto regular de Conicyt, los Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC) y el Fondo Bicentenario de Capital Humano.

 

Si bien en el Ministerio de Economía –del que dependen los FIC- aseguran que no se disminuyó la cantidad de recursos destinados a las becas, sí explican que es un sistema que tiene “un alto nivel de arrastre”. Esto significa un costo de mantención de becarios de años anteriores muy caro, además del presupuesto para los nuevos de cada año. 

 

Eso implica que se puede seguir destinando la misma cantidad de recursos al programa, pero como se encarece anualmente la mantención de los becarios, se destina más dinero del mismo presupuesto a ellos. Lo que significa menos becas nuevas. Y 5.981 postulantes descontentos.

 

Respecto a las fuentes oficiales, ni en el Mineduc ni en Becas Chile quisieron referirse al respecto.