Pato Pimienta sorprende con obra de Shakespeare
Pese a que es más conocido por hacer
reír a la gente en sus rutinas de “El Club de la Comedia”,
esta vez a Pato Pimienta se le oye serio. Más bien suena
plenamente convencido y confiado de su nuevo trabajo como
director ahora a cargo de la obra “La violación de Lucrecia”,
adaptación del poema de William Shakespeare. El actor afirma
que como el texto inicialmente no era de carácter dramático, su
realización fue como “entrar no por la puerta, sino que por la
ventana”.
“La motivación inicial fue el mismo
texto, que habla de un hecho, una violación, que es trágico,
oscuro, pero lo hace con viveza poética. Eso es lo que
realmente me alucinó cuando lo conocí hace muchos años”,
confiesa el intérprete, quien empezó la planificación de este
montaje en octubre del año pasado, junto a Hellen Cáceres,
Carla Echeverría y Eyal Meyer.
La mayor novedad de esta versión,
según Pimienta, es su puesta en escena, que potencia fuertemente
el aspecto audiovisual, pero sin dejar que sea “la voz” de
Shakespeare la que hable. “Quise evitar que fuera una de esas adaptaciones, que uno hace a la chilena”, confiesa.
¿Qué significó para ti dirigir una obra
de estas características?
“Como no es una
obra dramática, como “Rey Lear” o
“Macbeth”, ya que es un poema, significó un proceso bien
largo, bien intenso. En definitiva fue un descubrimiento. Yo ya
había trabajado con otros autores, como cuando hice una adaptación
de Juana de Arco, por lo que investigar las posibilidades
dramáticas que tiene este poema me pareció súper interesante. Ha sido una de las grandes motivaciones para trabajar en esta obra.
¿Qué tan cercano es el producto
final en relación al poema?
“Cuando la gente vaya a ver la
obra va a escuchar a Shakespeare como texto, muy clásico, pero con
una puesta en escena muy contemporánea. Siempre he trabajado con
una mirada fotográfica, e incluso cinematográfica, de lo que
significa la iluminación, el vestuario, la escenografía… Es un texto clásico, muy bello, pero con una mirada muy
contemporánea, ya que el texto lo pide. Esa contradicción, ese
contrapunto me parece que puede ser muy interesante.
Entonces tu sello en esta obra se
centra en la puesta en escena…
“Absolutamente. La adaptación la
hicimos desde el mismo inglés, junto a Javier Soro quien fue mi
dramaturgo. Una de las grandes preguntas que se hacía un autor
inglés, Peter Brook, era si Shakespeare resultaba aburrido, al ser considerado elitista, distante… Pero esto no. Es
maravilloso, cercano, intenso, y la gente lo va a recibir así.
Me preocupé mucho de cómo lo íbamos a presentar en escena”.
¿Qué le dirías al público que, tal como tú dices, puede no sentirse atraído por Shakespeare o que sólo lo conoce por piezas como “Romeo y Julieta”?
“Es que los temas que trata son
problemas humanos, universales. Te cuento que cuando grabamos el coro
para esta obra, que viene de la tragedia griega, lo hicimos con un
grupo de mujeres de entre 50 y 70 años, desde dueñas de casa
hasta de la calle. Les hice leer el texto y quedaron muy
impresionadas. Todas eran de distintos estratos, y algunas nunca lo
habían leído, y se dieron cuenta de que era muy cercano. Una de
las señoras, después de leer, hizo un tango y lo cantó en el
momento, porque eso es lo que logra Shakespeare. Su obra tiene una
profundidad tan fuerte que puede meterse más allá de cualquier ser
humano”.
Lugar: Matucana 100 Temporada: 29 de abril hasta el 29 de mayo Horarios: Jueves, viernes y sábados a las 21 horas y domingos a las 19:30 horas Precio: Jueves populares $2.000 – Viernes, sábado y domingo $4.000 público general y $2.500 estudiantes y tercera edad |