Rusia gana sede de Mundial 2018 y Qatar del 2022

Desde la FIFA, a las 12.37 hora chilena, finalmente Joseph Blatter abrió el sobre con el nombre de la sede que organizará el Mundial 2018. Se trata de Rusia. 

Lo cierto es que las apuestas apuntaban a Inglaterra o la candidatura conjunta España-Portugal, sin embargo, los jerarcas del fútbol prefirieron darle la opción a un país que no había albergado este campeonato.

En tanto, el torneo del 2022 se le otorgó a Qatar quien también se estrena en esta competencia. 

Luego de horas de exposición de cada una de las candidaturas, el Comité Ejecutivo del ente rector procedió a votar y a elegir a los países sucesores de Brasil (2014) como casa de la Copa del Mundo.

La postura rusa se impuso a las conjuntas de España-Portugal, Bélgica-Holanda y a Inglaterra, la gran derrotada, según comunicó el presidente de la FIFA Joseph Blatter. 

En tanto, el poderoso emirato del Medio Oriente dejó atrás a Australia, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, que ya organizaron la cita en 1994 y 2002, respectivamente.

Numerosos dignatarios y personalidades del deporte y la política se dieron cita en Zúrich para promocionar sus respectivos países, en una reunión donde más de mil periodistas se han acreditado para el acontecimiento, y unos 70 canales de televisión informaron en vivo.

El miércoles comenzaron las presentaciones de los nueve candidatos en la sede de la FIFA. Los aspirantes a organizar la Copa Mundial de la FIFA 2022 presentaron sus candidaturas en primer lugar. Australia fue el primer candidato en tomar la palabra, mientras que le siguieron en turnos de una hora República de Corea, Qatar, Estados Unidos y Japón.

En la mañana del jueves tomaron la palabra los candidatos a la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2018: Bélgica y Holanda, seguidos por España y Portugal, Inglaterra y, finalmente, Rusia. El orden de las intervenciones se sorteó previamente.

Tras las presentaciones, los integrantes del Comité Ejecutivo de la FIFA, 21 miembros más Blatter, se reunieron en privado para decidir sobre la organización de los dos certámenes, una instancia que se demoró más de los previsto y que evidencia lo reñido de la decisión.