Encuentran segunda caja negra del vuelo Air France siniestrado
La segunda caja negra del avión de Air France que se estrelló en junio de 2009 cuando cubría el trayecto entre Río de Janeiro y París fue hallada esta noche "en buen estado", informó la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA).
La segunda caja negra del avión
de Air France que se estrelló en junio de 2009 cuando
cubría el trayecto entre Río de Janeiro y París fue hallada
esta noche “en buen estado”, informó la Oficina de
Investigaciones y Análisis (BEA).
El dispositivo que graba las
informaciones de cabina, imprescindible para esclarecer las causas
del siniestro, fue “localizado e identificado” por los
investigadores a las 21.50 GMT de esta noche y fue recuperado por
el submarino robotizado Remora 6.000, que lo hizo llegar “al
navío francés Ile de Sein a las 02.40 GMT del martes 3 de mayo”,
señaló la BEA en un comunicado.
Un día antes, los responsables de
las pesquisas habían localizado y recuperado la primera de las dos
cajas negras, en concreto, la que se ocupa de grabar la actividad de
los instrumentos de vuelo.
La incógnita ahora pasa por saber si
los investigadores podrán recuperar los datos del interior de ambos
dispositivos, después de que hayan pasado cerca de dos años
sumergidas en las profundidades marinas, tras el accidente que causó
228 muertos.
El director del BEA, Jean-Paul
Troadec, indicó que “el estado exterior (de la segunda
caja negra) es bueno, como en la primera“, pero la cuestión
ahora es descubrir si han sufrido daños en el fondo marino, en
particular si han sido sometidas a corrosión.
Troadec contó en una entrevista a la
emisora de radio “France Info” que “si todo va
bien, la lectura podría ser rápida“: “en el mejor de
los casos varios días, en el peor varias semanas” si se hubiera
producido corrosión.
La ministra francesa de Ecología,
Nathalie Kosciusko-Morizet, subrayó en un comunicado que
el descubrimiento de la segunda caja negra va a permitir “un
gran avance en la investigación” y por eso “el
tratamiento de los datos debe comenzar lo más rápido posible”.
Se trata -subrayó
Kosciusko-Morizet- de que los familiares de las víctimas puedan
conocer “todas las circunstancias del accidente”, pero
también que “la experiencia de esta catástrofe aérea es
esencial para que avance la seguridad y que este tipo de drama no se
vuelva a producir”.
En el mismo comunicado, el secretario
de Estado de Transportes, Thierry Mariani, consideró que
“este segundo éxito” de la recuperación de la segunda
caja negra “confirma que los medios utilizados eran
necesarios para hacer toda la luz en este drama pese a la complejidad
de la investigación”.
Desde que se produjo el siniestro hace
23 meses, la Administración francesa, el fabricante del
avión Airbus y la compañía Air France se han gastado 35 millones
de euros para las pesquisas, lo que constituye un récord en
Francia.
A falta de las informaciones
procedentes de las cajas negras, lo único que los investigadores
han podido determinar es que el vuelo AF447 sufrió un fallo en las
sondas que indican la velocidad del avión, provocado por el
hielo.
Sin embargo, la BEA advirtió de que
esas conclusiones no podían explicar por sí solas el accidente
del Airbus y apeló a la prudencia sobre las mismas.
Pese a todo, la aerolínea Air
France procedió a cambiar todas las sondas de su flota por otras más
modernas y resistentes a las bajas temperaturas.
jaf-ac/tcr