Peñarol y sus grandes recuerdos de Chile
Lo más probable es que los hinchas de Universidad Católica no quieran saber nada más de Peñarol, esperando sólo que comience el partido de este jueves por la vuelta de los cuartos de final de la Libertadores, en donde los cruzados deben remontar la derrota 2-0 sufrida en el Estadio Centenario.
Pero lo cierto es que, aun cuando los uruguayos serán visita en un Estadio San Carlos de Apoquindo que ya vendió todas sus localidades, al "Manya" le viene bastante bien jugar en Chile por el torneo más importante del continente.
Lo más probable es que los hinchas de Universidad Católica no quieran saber nada más de Peñarol, esperando sólo que comience el partido de este jueves por la vuelta de los cuartos de final de la Libertadores, en donde los cruzados deben remontar la derrota 2-0 sufrida en el Estadio Centenario.
Pero lo cierto es que, aun cuando los uruguayos serán visita en un Estadio San Carlos de Apoquindo que ya vendió todas sus localidades, al “Manya” le viene bastante bien jugar en Chile por el torneo más importante del continente.
Peñarol tiene cinco Libertadores en sus vitrinas, pero las tres últimas que consiguió fueron en Santiago, por lo que sus recuerdos coperos en la capital son más que alegres.
La primera fue en 1966, en donde incluso se midieron con los cruzados, en la segunda fase grupal. En ese entonces, la segunda etapa estaba dividida en dos grupos, para que luego el ganador de cada uno se enfrentara en la final.
En ese grupo B estaba Peñarol y la UC, además de Nacional de Uruguay. En esta oportunidad, Católica ganó sus dos partidos como local, pero no pudo sumar como visitante, por lo que el finalista fue Peñarol.
En la final, el “Manya” se midió con River Plate de Argentina, y tras ganar en el Centenario pero perder en el Monumental, debieron disputar un partido de desempate en el Estadio Nacional de Santiago.
Acá se impusieron por 4-2 con dos goles del ecuatoriano Alberto Spencer, uno de los mejores futbolistas sudamericanos de la historia.
Tendrían que pasar 16 años para que Peñarol volviera a levantar la Copa Libertadores. En 1982, los uruguayos se darían el lujo de dejar fuera de competencia a dos equipos brasileños, Sao Paulo y Gremio, en la fase inicial.
En la segunda etapa harían lo propio con Fluminense y con River Plate, para llegar a la final y toparse nada menos que con Cobreloa.
En el partido jugado en el Centenario, charrúas y loínos igualarían cero a cero, marcador que se repetiría hasta el minuto 89 del partido de vuelta, disputado en el Estadio Nacional.
Con sólo 60 segundos por jugar, Fernando Morena anotaría el único gol del encuentro, llevándose la Copa a Uruguay, en un duelo que los hinchas de Calama todavía no olvidan.
Cinco años después, en 1987, la historia los llevaría otra vez más a levantar la Copa en el Nacional. En esta oportunidad, superó en la fase grupal a los peruanos de Alianza Lima y Colegio San Agustín, además de eliminar a sus compatriotas de Progreso.
Luego, dejaría en el camino a dos grandes del continente, Independiente y River Plate, para medirse en la final con el América de Cali colombiano.
En la ida, los cafeteros hicieron respetar la localía y ganaron por 2-0, mientras que en la vuelta los uruguayos harían lo propio venciendo por 2-1.
El partido definitorio era, otra vez, en Ñuñoa. Aquí, el tiempo reglamentario terminó 0-0, por lo que tuvieron que ir al alargue. De mantenerse la igualdad en cero, los colombianos serían los campeones por tener mejor diferencia de goles.
Y el marcador seguía en blanco ¡hasta cuando faltaban sólo diez segundos!, mientras la banca del Cali lanzaba pelotas al campo de juego para que el árbitro diera por finalizado el partido.
En eso apareció Diego Aguirre, actual DT de Peñarol, quien se sacó a un defensa y sacó un remate de zurda que anotó el gol del triunfo. Les dejamos el gol del triunfo con dos relatos: el lamento de los colombianos y la locura de los uruguayos.