Gay chinos denuncian los tratamientos para “curar” su homosexualidad
Los gays chinos, considerados enfermos mentales hasta hace una década, son hoy víctimas de tratamientos que supuestamente "curan" su orientación sexual.
“No se puede decir que curemos al cien por cien a la gente. En teoría es así, pero nadie nos creería si lo dijéramos así”, señala una de las clínicas encargadas de combatir médicamente la homosexualidad en China según retrata el documental “Tratamientos que curan”, dirigido por el cineasta y actor gay Xiaogang Wei y disponible en la página web Queercomrades.com.
“Algunos de estos tratamientos usan la psicoterapia, también medicamentos, algunos antidepresivos. En el pasado incluso se usaban descargas eléctricas para controlar las fantasías sexuales con personas del mismo sexo del paciente“, señaló Wei.
“Los tratamientos por una hora pueden costar a partir de 300 yuanes (unos 22 mil pesos) sólo por charlar”, explica Wei, quien recuerda que un hospital de la ciudad oriental de Nankín (Nanjing) clamaba falsamente haber “curado a más de 300 gays”.
En China la homosexualidad se consideró una enfermedad mental hasta 2001, cuando empezaron a aflorar estas clínicas privadas para tratar a aquellos que expresaran su deseo de cambiar de orientación.
Desde la década de 1950, estas “terapias” consistían en usar descargas eléctricas para frenar las fantasías sexuales, en inyectar hormonas y en otro tipo de torturas, pero “nada de esto funcionó”, asegura Wei.
El sexólogo chino Zhang Beichuan, autor del libro “Amor homosexual” (1994), asegura sin rodeos en conversación telefónica desde Qingdao que los tratamientos actuales para curar la homosexualidad son “una pura estafa”.
Un 80% de los más de 30 millones de gays chinos sienten depresión y pánico debido a su condición, por lo que el mercado potencial para estas curas fraudulentas es alto, como mostró un primer e infructuoso intento de desembarco en 2007 por parte del movimiento estadounidense “Ex-gay”, muy vinculado a la cura mediante la iluminación religiosa.
Dos años después salieron al mercado las Cápsulas Médicas para Curar la Homosexualidad, explica Wei, cuyos beneficios se desconocen aunque claman modificar al cien por cien la orientación sexual.
El principal motivo, prosigue el cineasta, es el dinero, pero también un malentendido: el creer que se puede dejar de ser gay.