Expertos analizan “lo bueno” y “lo malo” de la propuesta en educación de Piñera
Algunos se quejan de que no se abordó bien el tema del lucro, mientras otros alaban el mayor acceso de la gente de menos recursos. Revisa aquí el juicio de los expertos.
El anuncio de anoche del proyecto educacional del Presidente Sebastián Piñera no dejó indiferente a nadie. A primera hora de hoy los representantes de los estudiantes manifestaron su desacuerdo con lo manifestado por Piñera, ya que consideran que se está profundizando en la educación como un negocio. Incluso, la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, llegó a calificar los anuncios como “un retroceso”.
En El Dínamo quisimos consultarle a diversos expertos en el tema cuál es su opinión respecto a lo bueno, lo malo y quizás alguna omisión que cometió el mandatario en su intención por resolver el conflicto estudiantil.
Mario Waissbluth, Coordinador nacional y presidente de Educación 2020
LO BUENO:
– La mejor ciertamente es que el gobierno se quitó la amnesia que tenía en materia de educación general, y retomó los protocolos de acuerdo que se firmaron en enero y que se habían guardado en un cajón. Pero aclaremos… son titulares. No vaya a ser cosa que sacó el protocolo de acuerdo y que le vuelva a dar la amnesia en una semana más, y nuestro rol va a ser catetear hasta la nausea, para que todo lo que se anunció se manifieste en plata, plazos, fechas, metas y leyes.
LO MALO:
– En educación superior, en general, lo que hizo el Presidente fue chutear para adelante el tema del lucro. Dijo “vamos a crear una discusión nacional sobre el tema del lucro”. Esa es la frase clave. Eso significa “estoy chuteando esta conversación nacional sobre el lucro”.
– Hay que tener ojo. Cuando estamos hablando de transparencia yo lo entiendo como que cada universidad o instituto debiera publicar su estados auditados, transacciones con empresas relacionadas, lista de donaciones con subsidio tributario, su tasa de deserción… La pregunta es que si lo van a publicar hacia atrás. Porque ahí se va a destapar una olla que no te quiero ni decir.
Gregory Elacqua, Director del Instituto de Políticas públicas de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales
LO BUENO:
– Estoy de acuerdo con la posibilidad de transparentar el lucro y creo que puede funcionar muy bien.
– La Superintendencia me parece fundamental. Tener una agencia autónoma, que fiscaliza el uso de recursos y el cumplimiento de la ley de las instituciones.
LO MALO:
– El Banco Mundial hizo un informe del sistema de crédito, y el informe OCDE hace dos años también, y ambos recomiendan fusionar el sistema de crédito y beca en un sistema que pueda acceder cualquier alumno de una institución acreditada. Me llama la atención que no propusieran un mejor diseño, ya que hablan de bajar la tasa de interés, pero no de fusionar los sistemas.
– A mí me preocupa, en términos de equidad, que haya una Subsecretaría de Educación Superior, que trate de velar por los intereses de pocas instituciones. ¿Quién va a defender las necesidades del sistema escolar y preescolar? Entonces si vamos a hacer una Subsecretaría de Educación Superior, deberíamos hacer una de Preescolar y otra de educación media, como hacen en otros países, y no partiría con una de educación superior, sobretodo en el sistema anacrónico que tenemos en Chile.
Sergio Bitar, ex ministro de Educación
LO BUENO:
– El planteamiento del Presidente constituye una base razonable para iniciar conversaciones entre la sociedad civil, el congreso, y el ejecutivo.
LO MALO:
– Precisa una propuesta de educación pública, y lo mismo respecto de las universidades estatales, su funcionamiento y el financiamiento estudiantil. La derecha ha tenido una cuestión contraria a los bienes públicos, y ha privilegiado la visión de mercado y la privatización. El país en este nivel de desarrollo piden otras cosas, como en los países nórdicos, con un rol del mercado con la provisión de bienes públicos, con más solidaridad y con un rol de la educación mucho más central en el desarrollo futuro, con apoyo estatal.
Pelusa Orellana, Directora de la Escuela de Educación de la Universidad de Los Andes
LO BUENO:
– Rescato el tema de la cantidad de recursos para la educación y particular el incremento de las becas. Es darle prioridad al tema desde una perspectiva de debate nacional.
– Mi percepción es que la diferenciación del tipo de universidad que se hizo, es una manera indirecta en función de transparentar el tema del lucro. Me parece a mí que en el fondo decir que universidades que quieren lucrar, tendrán que pagar impuestos como universidad, y no como inmobiliarias o por los proyectos que tengan.
– El tema de la acreditación. Ahí hay una tarea pendiente de poder realmente buscar mecanismos que garanticen la calidad de la educación.
– La Superintendencia me parece que es algo muy bueno.
LO MALO:
– Un tema que para mí es fundamental, pero que apunta a la agenda total de la educación y es lo de la educación inicial. Están pasando generaciones que ingresan al sistema con falencias espantosas y se da en la poblaciones más pobres, porque o no van jardín o si van no son de calidad y esas brechas son mucho más graves.
Harald Beyer, subdirector del Centro de Estudios Públicos (CEP)
LO BUENO:
– Los cambios a la institucionalidad, que tiene varias dimensiones. Éstas permitirían que en el futuro, yo creo, haya un mejor diseño de políticas públicas en educación superior y mejor fiscalización, que hoy funciona de forma bastante desregulada.
– La acreditación estará más vinculada a desempeños efectivos, como empleabilidad, ingresos de los egresados. Hoy básicamente el sistema verifica que la institución cumple con su misión y sus propios planes y mira poco lo que pasa con los egresados. Me parece que ese capítulo institucional es potente, y es uno de los puntos fuertes.
– Por un lado anunciaron becas más generosas hacia la Educación Técnica Profesional que va a beneficiar muy fuertemente al 40% más pobre, ya que las becas para ese grupo, tienen por exigencia 550 puntos hacia arriba, que en la práctica los beneficia poco, porque el sistema de acceso a la educación superior es muy inequitativo.
– La desburocratización de las universidades estatales, porque están tremendamente amarradas hoy día, ya que tienen algunas aspectos similares al servicio público y eso es dañino para su agilidad, porque compiten por un mercado donde hay otros operadores. Esto junto al fondo de revitalización de esas universidades, que lamentablemente no está claro en el anuncio de cuanto será el monto, porque si es muy simbólico no tiene sentido.
LO MALO:
– Una omisión es el hecho de que en Chile las carreras son largas, tremendamente especializadas, y logran que el sistema sea menos efectivo de lo que debería ser en un todo. A uno le gustaría moverse en la dirección de EE.UU. o Europa donde son más cortas, el primer grado por lo menos, y eso hace el grado más eficiente. Además, esto reduce el grado de deserción.
– Otra cosa es que la educación no está articulada en Chile. Cuesta empezar en el Instituto de Formación Técnica y terminar en una Universidad… no se puede. Eso requiere incentivo, y se ha ido postergando…
– No está muy claro cómo se van a asignar los recursos en Educación Superior. En el sistema actual, los aportes basales se encuentran superados. Me gustaría ir en otras latitudes, vías convenio de desempeño y ahí implementamos derechos que ahí las nuestras mejores universidades puedan despegar. Ese tema me asalta.