Pavez: “El magisterio se colgó de un movimiento que no le pertenece”
Ex presidente del Colegio de Profesores observa con mucho interés el actual conflicto estudiantil y tiene una opinión crítica respecto del rol jugado por su gremio y, en particular, de su timonel, Jaime Gajardo.
Durante doce años, Jorge Pavez fue el hombre más poderoso del magisterio chileno. A la cabeza del Colegio de Profesores hasta el 2007, este docente de lenguaje mantiene un bajísimo perfil desde que dejó ese cargo.
Pero, era que no, observa con mucho interés el actual movimiento estudiantil y tiene una opinión crítica respecto del rol jugado por su gremio y, en particular, de su timonel, Jaime Gajardo.
Y ha estado en la calle, “en todas las marchas”. Sin buscar cámaras, dice. Camina con “los académicos de las universidades en las cuales trabajo”.
El actual protesorero nacional del Colegio de Profesores conversó con franqueza con La Hora.
-¿No le gustaría estar en la primera línea en una actualidad tan potente?
-No. Conscientemente decidí mantenerme al margen, aportar al interior del Colegio de Profesores y volver a la docencia. Si me llaman, como ahora, respondo, pero no ando buscando la noticia ni colgarme de lienzos. Y decidí esto luego de ser objeto de una campaña canallesca de desprestigio de parte de Jaime Gajardo, que incluso llegó a decir que yo era dueño de colegios particulares subvencionados, lo que siempre fue falso.
-¿Cómo evalúa el rol del Colegio de Profesores en las movilizaciones?
–El magisterio lo que ha hecho ha sido colgarse de un movimiento que claramente han liderado los estudiantes, más allá de que Gajardo salga como vocero oficial y planteándose en el mismo nivel que sus dirigentes. Claramente la fuerza es de ellos, de nadie más.
El protagonismo lo tienen que tener, con claridad, los estudiantes. No es momento de egos, ni de salir en televisión detrás de un lienzo ni de aparecer más en los medios, sobre todo cuando muchas de esas apariciones no han sido las más afortunadas. Creo que debiéramos ver de qué modo apoyar más eficazmente la lucha de los estudiantes que, aunque plantea demandas nuestras, es la lucha de ellos. Debiéramos ser lo suficientemente modestos para darnos cuenta del lugar que nos corresponde. Si no, se termina por sumar desconfianzas a sectores que no quieren ser manipulados por ningún partido político y ninguna organización.
-El rol jugado por Jaime Gajardo ha sido duramente criticado por muchos sectores, no sólo el Gobierno.
-Exacto. Es que aquí deberíamos ayudar al movimiento para que tenga más argumentos y anchura social y no, como lo ha hecho, distraer la atención en discusiones y verdaderas campañas comunicacionales que desvían el objetivo central hablando más de la cuenta. Debe hablar lo preciso y hacerlo bien. Hay que hablar sobre los temas educacionales, con fundamentos y desde la racionalidad que siempre debe tener y mostrar un profesor.
-¿Es necesario que el Colegio de Profesores cambie su proceder o su timón?
-Eso tienen que resolverlo los profesores. Los chilenos eligieron a Piñera, ahora están descontentos. Los profesores eligieron a Gajardo, ahora lo critican. Llegará el momento en que se harán nuevas elecciones. Y tendrán que elegir mejor.
-Como profesor, y parte de la gremial ¿le da lo mismo que se pierda el año escolar?
-La pérdida del año escolar es un hecho muy importante y grave, pero quizás no el más sustantivo. Lo ideal sería buscar alguna forma, pero estamos en un conflicto de choque total entre dos visiones al cual yo no veo una salida en este momento. Por otro lado, hay una cantidad importante de muchachos, sobre todo los que están en toma, que están convencidos de que este es el momento de asumir una actitud radical. Y no importa perder el año si se pueden lograr cambios que no se han hecho en todo este tiempo. No están solos, los padres los están respaldando.
-Usted participó del comité asesor que buscó destrabar el conflicto con los “pingüinos” el 2006. Todo lo que (no) pasó ahí es la base de que hoy los estudiantes no crean nada de lo que se les promete.
-Esa (la “revolución pingüina”) fue una experiencia interesante desde lo social, porque se plantearon propuestas de cambio por primera vez. El problema fue que, finalmente, fueron tomadas por el gobierno de Bachelet, enviadas al Parlamento y ahí todo quedó en una transacción en la que se dejó todo más o menos igual. Esa experiencia evidentemente está en la memoria de muchos, también en la mía, y hace que hoy se desconfíe enormemente de una salida dentro de la institucionalidad.
Callejón oscuro
Pavez, a diferencia de cuando él estaba al frente del Colegio de Profesores, es pesimista con respecto al término de este conflicto que ya suma tres meses.
“Tal vez la única salida política es un plebiscito. En este momento, tal como están las posiciones, veo difícil que se bajen o se atenúen”, opina.
“Estamos ante una situación muy compleja. Este es un gobierno de derecha y la posibilidad de un choque entre dos visiones de intransigencia es muy alta. Y la salida tiene que darse dentro de una institucionalidad que está totalmente cuestionada por los actores sociales, tienen profunda desconfianza de todos”, agregó.
-Con ese diagnóstico, ¿cuál es la posibilidad de que, en algún momento, haya un final?
-Yo veo que no hay ninguna posibilidad de acuerdo. Lo más probable es que esto vuelva al redil institucional, que es el Parlamento. El Gobierno ya ha anticipado que enviará proyectos de ley y la DC ha señalado que debiera haber un retorno a clases.