¿Cuánto cambiará Apple con la salida de Jobs?
Pese a que el nuevo CEO, Tim Cook, ha asegurado que no han habrán grandes cambios, diversos editores de tecnología dudan que la marca se pueda disociar del ex director ejecutivo.
Todo el mundo se ha lanzado a especular sobre el futuro de Apple ahora que Steve Jobs ha cedido el ‘trono’ de consejero delegado a Tim Cook. Éste deberá gestionar como cabeza visible el futuro de una de las compañías más valiosas del mundo, emblema de innovación y del diseño, con millones de consumidores (fans) y que se ha construído en torno a la idolatrada figura de Jobs. No va a ser tarea fácil. Nada fácil.
Poco después de conocerse que Steve Jobs dejaba el puesto, el propio Tim Cook envió un correo a los trabajadores en el que dejaba claro que “Apple no va a cambiar”.
“Steve ha sido un líder increíble y un mentor para mí, así como a todo el equipo ejecutivo y empleados increíble. Estamos deseando contar con la orientación y la inspiración de Steve como nuevo presidente del consejo”, añade el ‘e-mail’, y expresa su deseo de que “los mejores años (de Apple) estén por llegar”.
Jobs no abandona Apple, se queda como presidente del consejo y seguirá colaborando, pero alejado de las decisiones del día a día de la compañía y sin una función clara. En palabras de Roger Cheng, de CNET News, “para que los ‘geeks’ lo entiendan, el consejero delegado es Luke Skywalker y el presidente, Yoda”.
Lo cierto es que le queda un durísimo trabajo por delante, que además será evaluado con lupa por expertos, analistas, inversores y consumidores. Tal y como escribe el editor de tecnología del diario The Guardian, Charles Arthur, “Cook se enfrenta a uno de los retos más difíciles en la historia corporativa, mientras se esfuerza para mantener la posición de Apple como la primera empresa de tecnología del mundo”.
Bajo el reinado de Steve Jobs, y desde su vuelta en 1997, Apple se ha revalorizado el 6.795% en Bolsa. Y recientemente superaba brevemente, pero por primera vez, a Exxon Mobil como la compañía más valiosa del mundo por capitalización. Todo ello apenas una década y media después de encontrarse al borde de la quiebra.
Retos
Tim Cook ha demostrado sobradamente que es un extraordinario gestor, como el artífice que ha sido durante 13 años de que los números de la compañía cuadren. No obstante, su principal reto será mantener una peculiar cultura empresarial; la creatividad y las decisiones arriesgadas han marcado sus principales hitos, como el lanzamiento del iPhone o del iPad.
Juega a su favor su sólido historial como sustituto de Jobs durante sus bajas por enfermedad, tanto en 2004 como este mismo año.
Poco o nada va a cambiar, promete Cook, y casi todos los expertos opinan lo mismo, al menos a medio plazo -todos coinciden en dar un plazo de dos años-, sobre todo teniendo en cuenta próximos lanzamientos ‘casi confirmados’ como los supuestos el iPhone 5 y el iPad 3. En un momento dado, Apple podría vivir de las rentas, pero está obligada a seguir innovando si no quiere caer.
Continuidad, de momento
Por ejemplo, Michael Gartenberg, de Gartner Research, cree que los clientes seguirán siendo leales a la marca, pero remarca que el reto es seguir sorprendiendo al mundo al elevar el listón de innovación en dispositivos electrónicos para el consumo.
“Yo le diría a los inversores: ‘no se asusten y mantengan la calma, es lo correcto’. Steve será el presidente y Cook es el consejero delegado”, comentó por su parte a Reuters el analista de BGC Financial Colin Gillis.
También el analista tecnológico Carmi Levy, citado por la agencia DPA, considera que Jobs ha creado sólidos cimientos para la compañía en el mercado de los ‘smartphones’ y las tabletas, y ahora lo que se necesita es a alguien que ejecute las ideas de Jobs. “Seguirá siendo el hombre de las grandes ideas, lo que Steve hace mejor“, dice Levy. “No tener el peso de la responsabilidad cotidiana puede liberar a Steve. Este podría ser su siguiente capítulo, no el último”, agrega.
“Si fue tan inteligente para facilitar la creación del iPhone, el iPod y el iPad, hay que asumir que también es tan inteligente como para crear un plan de sucesión“, dice Levy. “Ha estado enfermo desde 2004 y ha pensado en ello desde entonces”.