Sex Confession
Hace unos días un hombre demasiado hot me dijo, a modo de confidencia, que él tenía dos grandes reglas antes de tener sexo con una mujer. La primera era que jamás pagaría por este tipo de acciones y la segunda era que nunca se iría a la cama con una mina tonta
Hace unos días un hombre demasiado hot me dijo, a modo de confidencia, que él tenía dos grandes reglas antes de tener sexo con una mujer. La primera era que jamás pagaría por este tipo de acciones y la segunda era que nunca se iría a la cama con una mina tonta (supongo que estilo Luli o Luciana Salazar ejemplifican este estilo).
Entonces, rápidamente mi mente de mina maquiavélica (todas la tenemos, es cosa de ser sinceras 😉 empezó a funcionar y a cuestionarse el asunto. Lo primero se lo creí… hoy por hoy los hombres no necesitan pagar (no me van a negar que anda harta mujer “ganosa” suelta –suena picante y chulo, pero es verdad– que no se fijan ni en anillos ni en pololas…). Pero la segunda regla confieso que la dudo… A pesar de que el hombre se esforzó por aclararme que tenía mente fría para detectar a una mina rica pero con no mucha materia gris, me imaginé la escena de una sex bomb cerca de él… ¿ustedes creen que un hombre va a empezar a preguntarle cuál es la capital de Alemania (¿quién se acuerda de Rocío Marengo? jajajaja) o qué significa IPC, para ver si se la lleva o no a la cama? Mmmmmmm, al menos tenemos derecho a dudarlo ¿o no?
¿Creen que un hombre realmente se contenga ante una sex bomb? ¿Han oído algo parecido que las haya hecho dudar?
¡JUEGUEN!
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