Iglesias rechazan proyectos valóricos enviados por el Ejecutivo al Congreso
Representantes de diversos credos expresaron su preocupación por las iniciativas sobre antidiscriminación, aborto terapéutico y Acuerdo de Vida en Pareja (AVP). El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), expresó su total repudio ante lo que denominó como una “cruzada homofóbica y contraria a la igualdad y los derechos humanos”.
Tras reunirse por algo más de 30 minutos con el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, los representantes de las Iglesias Cristianas de Chile manifestaron su rechazo a los tres proyectos valóricos que el Ejecutivo ha presentado en el Congreso.
“Respetamos profundamente a quienes piensan de manera diversa, sin embargo, ello no legitima que se introduzcan cambios conceptuales drásticos en la legislación que afecten las profundas convicciones arraigadas en nuestro pueblo”, dijeron sacerdotes y pastores que repudiaron las iniciativas sobre antidiscriminación, aborto terapéutico y Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).
Los representantes de las iglesias, hicieron un llamado a las autoridades del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial para que comprendan que “estas iniciativas de ley son atentatorias al desarrollo de valores e instituciones fundamentales como la vida, el matrimonio y la familia”.
Según el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, sería un revés para el país que se aprobaran los proyectos porque “creemos profundamente en el valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural, en el matrimonio fundado en el amor fecundo de un hombre y una mujer y porque creemos que la no discriminación tiene que respetar lo que son los valores fundamentales de la convivencia humana”.
Las declaraciones de los representantes de las iglesias generaron molestia en el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que expresó su total repudio ante lo que denominó como una “cruzada homofóbica y contraria a la igualdad y los derechos humanos”.
Según la agrupación que encabeza Rolando Jiménez, “las iglesias y las altas jerarquías que las representan han dado nuevamente una señal contraria a los derechos humanos y para interferir en el Estado laico recurren a lenguajes violentos y ofensivos contra la dignidad de las personas. Este tipo de conductas sólo alejan más a las personas de las religiones y los autores de las funesta señal dada hoy pasarán a la historia como los responsables de ello”.