Hinzpeter y ley de tomas: “un gobierno no debe paralizar proyectos porque le pueda molestar a un movimiento social”
Según el secretario de Estado, dicha iniciativa es "esencial en cualquier democracia". Y recalcó que "una ocupación o toma pacífica; es decir, sin fuerza y sin violencia, no será delito conforme a estas normas".
“Me ha sorprendido la ligereza de algunos para opinar y descalificar un proyecto esencial en cualquier democracia. O se respeta el orden público o la paz social se pierde y la convivencia se deteriora”. Así de claro se mostró el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, al referirse en El Mercurio al proyecto de ley que buscará penalizar las tomas violentas de establecimientos como los educacionales con condenas que pueden ir hasta los tres años de cárcel.
“Una ocupación o toma pacífica; es decir, sin fuerza y sin violencia, no será delito conforme a estas normas. Pero si un grupo de ciudadanos ingresa violentamente a un colegio o a un hospital, con un alicate rompen el candado, descerrajan las chapas, le pegan al guardia y ocupan el establecimiento, entonces sí hay desorden público”, aseguró el secretario de Estado.
Consciente que la iniciativa ha sido ampliamente criticada tanto por los estudiantes que llevan cinco meses movilizados como por la oposición, Hinzpeter afirmó que “un gobierno no puede ni debe paralizar sus proyectos porque le pueda molestar a un movimiento social. El ministro Bulnes está trabajando con ellos, pero hay que comprender que el Gobierno también tiene otros desafíos que cumplir”.
Además, afirmó que lo que se busca es “criminalizar a los antisociales que saquean un supermercado, le lanzan una molotov a un carabinero o le parten la cabeza con un skate (…). Estas normas pretenden reforzar el derecho a manifestarse de forma pacífica”.
