Especialista afirma que tras la menopausia sí se puede gozar de una vida sexual plena
A partir de los 40 años la frecuencia coital disminuye, situación que se produce debido a los cambios físicos y a la manera en que la pareja enfrenta esta nueva etapa de la vida, siendo - muchas veces -este último factor el más predominante.
El miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (Sochog) y especialista en climaterio, doctor Manuel Parra, afirmó que tras la menopausia sí es posible gozar una vida sexual plena, a partir de los 50 años.
Con motivo del día Mundial de la Menopausia, que es el 18 de octubre, el facultativo explicó que la menopausia es el momento de la vida de una mujer cuando la menstruación se detiene para siempre, y a partir de este suceso entra a la etapa del climaterio.
En Chile, la menopausia se presenta entre los 47 a 48 años como promedio. Antes de los 45 años, se habla de una menopausia precoz y afecta a un 20% de las mujeres.
A partir de los 40 años la frecuencia coital disminuye, situación que se produce debido a los cambios físicos y a la manera en que la pareja enfrenta esta nueva etapa de la vida, siendo – muchas veces -este último factor el más predominante.
“Gozar de una vida sexual plena a partir de los 50 años si es posible. Esto, pese a los cambios físicos que ocurren tanto en el hombre y la mujer cuando se acercan al período de la andropausia y la menopausia, respectivamente”, expresó Parra.
A raíz de la disminución de estrógenos que se produce en esta etapa, las mujeres experimentan una serie de cambios físicos, como la subida de peso, la sequedad vaginal, disminución del tamaño del clítoris lo que provoca que el número y la intensidad del orgasmo sea menor, reducción de la expansión de la vagina (es decir, está más ‘acartonada’), menor respuesta a nivel mamario, por lo tanto las zonas erógenas se excitan menos.
Todo lo cual repercute en la vida sexual, porque la gran mayoría de las veces no se atreven a revelar estos inesperados cambios físicos que sí tienen solución.
El médico dijo que “en primer lugar hay que tener en consideración que una buena vida sexual se da en un cuerpo y mente sana. Por eso debemos partir por afrontar esta situación y muchas mujeres no se atreven ni siquiera a preguntarlo. Por lo tanto, si uno como doctor no le pregunta directamente como está la libido, la sequedad vaginal o si siente dolor durante la relación sexual, la mujer no lo va a contar. Salvo que esté en peligro la relación con su pareja o que el marido la haya mandado a preguntar”, expresó el doctor Parra.
Agregó que a partir de los 50 años se produce el nido vacío y por lo tanto es el momento de empezar a reconstruir la vida de pareja.
“Si no sabemos cómo re-encontrarnos o atrevernos hablar del tema, lo empezamos a pasar mal. Por lo tanto, puede haber una cantidad importante de separaciones porque quizás no supieron hablar de un tema que era fácilmente abordable”, sostuvo el médico.
Según un estudio publicado el año 2009 en la Revista Médica de Chile, solo un 40% de las mujeres que cruzan la etapa del climaterio mantienen actividad coital. Lo cierto es que suspender la vida sexual también puede provocar problemas físicos, como la atrofia urogenital.
Tratamiento integral
La sexualidad es un concepto amplio e integral que involucra factores biológicos, sicológicos, sociales e históricos. Por lo tanto el manejo de esta situación se debe hacer de una manera holística.
En primer lugar el amor adulto tiene tres cosas: intimidad, pasión y compromiso. En ese contexto, lo primero que se debe realizar es un diagnóstico de lo que está pasando. Esta tarea se puede hacer en conjunto con un ginecólogo y sicólogo, porque claramente es el ginecólogo el primero que tiene la oportunidad de percatar la calidad de la vida sexual de la paciente.
También, retomar los juegos amorosos previos, hacerle entender al hombre que acompañe a la mujer en esta etapa, son algunas de las indicaciones que se entregan a las parejas.
Para tratar los aspectos físicos, existen diversas terapias y productos que son indicadas de acuerdo a la condición particular de cada mujer.
“Por ejemplo, para atrofia urogenital podemos usar estrógenos locales. En el caso de los síntomas vaso motores podemos usar estrógenos con o sin progestina por vía oral o transdérmica o si tenemos una disfunción muy importante de la libido, podemos ayudar con el uso de andrógenos por vía transdérmica”, sostuvo el doctor Manuel Parra.
Pero antes de pensar en recetas magistrales, el médico insiste en la importancia del tratamiento integral y de atreverse a hablar de esta situación, que por lo demás es normal en esta etapa de la vida.
