El “Komics Fest” de Praga, bocanada de aire fresco frente al dominio francés
El argentino Darío Adanti y el español Paco Roca (Premio Nacional del Cómic en 2008) integraron el elenco de artistas invitados, junto al francés Pascal Rabaté, ilustrador de la revista BD, el suizo Frederik Peeters, autor de la novela gráfica "Píldoras azules", y el ruso Konstantin Komardin, entre otros.
El festival internacional del cómic “Komics Fest”, que se clausura hoy en Praga, ha sido una bocanada de aire fresco, según los artistas hispanos participantes, en un panorama europeo dominado por la producción gala.
Esta sexta edición del certamen, organizado por la editorial “Labyrint Revue” y la agrupación “Seqence”, incluyó dieciséis exposiciones, una de ellas en estaciones de metro de la capital.
Se proyectaron además diez películas, así como la puesta en escena de la adaptación al teatro de marionetas de la película sci-fi “Barbarella”, y se dictaron diecisiete conferencias, entre ellas “Cómic español”. Del humor a la novela gráfica, dos polos del mismo planeta”.
El argentino Darío Adanti y el español Paco Roca (Premio Nacional del Cómic en 2008) integraron el elenco de artistas invitados, junto al francés Pascal Rabaté, ilustrador de la revista BD, el suizo Frederik Peeters, autor de la novela gráfica “Píldoras azules”, y el ruso Konstantin Komardin, entre otros.
“Existe un filtro, que es Francia, para el mundo del cómic”, afirmó hoy Roca a Efe.
“Todo en Europa pasa por Francia, incluso el ‘Manga’ (cómic japonés). Y este festival te abre la forma de ver las cosas, para superar esa visión francesa o norteamericana”, según Roca.
Al conversar con la organizadora, Jana Fantova (de Seqence), “me sorprendió gratamente que tenemos los mismos referentes o muy parecidos. Es un lenguaje internacional, y esto es bueno para pasar ese filtro de Francia”, corroboró Adanti.
El bonaerense (creador de “La ballena tatuada” y “La cosa pringosa”), además de dibujar cómic, hace cortos de animación (“El cabeza de tostadora”, “Otro corto con niños”, premio del Público en el Festival de animación de Carmona, Sevilla, España).
Sus temas son la rareza, la segregación, la persona sola y aislada, incomprendida, porque ha nacido diferente.
“Todos mis personajes son perdedores o antihéroes. Porque hay una cultura del ganador”, afirmó.
Roca (“Arrugas”, “GOG”, “El faro”, “El invierno del dibujante”) también ve “más interesantes los perdedores o marginados que los vencedores”. “Le quito el punto de humor, y se ofrece el drama o melodrama. Me interesa las historias sobre la vejez, los dibujantes que han luchado por un sueño y lo han perdido, unos exiliados, ese tipo de cosas”, explicó.
Ambos artistas han coincidido también sobre la “función pedagógica” de este género y el de la novela gráfica.
En este lado de Europa existe “esa otra visión del mundo y del siglo XX. Como en nuestra generación somos finiseculares, me interesa mucho la historia del siglo XX contada desde el otro lado del mundo. Esto tiene una gran función pedagógica, y poder conocer esas voces es una riqueza”, afirmó el bonaerense, de 40 años.
En recientes ediciones del certamen checo han participado los dibujantes españoles David Rubín y Miguel Gallardo, y el argentino Ricardo Liniers, que presentó en Praga la edición checa de “Macanudo”.
Sobre los cómics de superhéroes, Roca, de 42 años, afirmó que “están en crisis. Esos cómics no venden (..) Con ‘Spiderman’ o ‘X-Men’ están haciendo lo que fue la ruina del cómic, volver a contar la historia”.
De ahí, según él, que surjan nuevas propuestas, sobre todo en España, como las novelas gráficas, que “llegan a un público diferente que no compraba cómics”.
Adanti es más optimista en cuanto al futuro del llamado “noveno arte”. “Está en crisis cierto tipo, pero se abren otros”, afirmó.
Para el porteño, a este género le ayuda “la explosión de la cultura audiovisual, ya que el cómic engancha con ello”.
Reconoce que un factor que afecta al consumo de cómics es la evolución en la cultura juvenil.
Con el rock & roll de los sesenta, la música india, el grunge de los años 90, se “plantea un antihéroe como figura a seguir. Es antihéroe porque el mundo ha dejado de ser moral”, puntualizó.
Dicha iconografía del héroe no tiene tanto que ver con el superhéroe, sino que la cultura juvenil un poco más universitaria o más culta sigue a antihéroes como el líder de Nirvana, el fallecido Kurt Cobain”, apostilló.