Los otros nombres del fallo contra Karadima
El fallo de González sólo se refiera al ex párroco de El Bosque. Pero en el escrito se dan detalles del actuar de otros sacerdotes de su círculo de hierro como Juan Esteban Morales, Diego Ossa, Andrés Luis Arteaga o el cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Durante todo el periodo que duró la investigación por abusos sexuales contra el sacerdote Fernando Karadima estuvo en entredicho el rol que jugó el circulo de hierro del ahora ex párroco de El Bosque. Los denunciantes Juan Carlos Cruz, Fernando Batlle, Andrés Murillo y James Hamilton acusaron públicamente a varios sacerdotes de haber encubierto los abusos sexuales del sacerdote y de haber ignorado las denuncias. Precisamente, algunos de los religiosos más cercanos al ex párroco aparecen mencionados en más de una oportunidad en el escrito de la ministra en visita, en especial Juan Esteban Morales, Diego Ossa, y Andrés Luis Arteaga.
Capítulo aparte es el rol jugado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz en el caso, pues los denunciantes coinciden en que el prelado -como máxima autoridad de la Iglesia chilena- fue informado acerca de las conductas irregulares de Karadima, pero sólo hubo una tardía decisión de investigar por parte del purpurado.
El fallo de 84 páginas dado a conocer ayer por la Justicia, que consigna los abusos del párroco pero sobresee el caso debido al tiempo transcurrido, no pasa por alto el controvertido rol que jugaron los cercanos al sacerdote condenado por el Vaticano por abusos sexuales, y en reiterados testimonios se deja en evidencia que no sólo se conoció el actuar ilegal del religioso sino que habría existido un abierto intento por protegerlo.
-Andrés Luis Arteaga Manieu, Obispo Auxiliar de Santiago y ex gran canciller de la Pontificia Universidad Católica
Probablemente después del propio Karadima, Andrés Arteaga fue el más perjudicado una vez que se destaparon las denuncias contra el líder espiritual de la Iglesia de El Bosque. A Arteaga se le señaló como abierto encubridor del sacerdote y eso tuvo un claro efecto en su labor como Gran canciller de la PUC, pues un significativo grupo de estudiantes inició una campaña en las redes sociales para exigir su alejamiento de la universidad. La presión fue tan grande y sostenida, que el arzobispado de Santiago terminó pidiendo al sacerdote que diera un paso al costado.
El rol de Arteada en el caso está consignado en el expediente del caso que comandó la jueza González a través de varios testimonios. Según consta en la declaración del padre Javier Barros, antes de abril de 2010 le preguntó directamente al obispo auxiliar de Santiago sobre las denuncias, a lo que éste respondió “que se trataba de una investigación eclesiástica contra el padre Fernando por imprudencias, haciendo referencias a un beso en la boca que le habría dado el padre Karadima a alguien, agregando que el padre Fernando no era homosexual”.
Quien también hace referencia a Arteaga en su declaración es Juan Andrés Murrillo, que aseguró que en 2005 ó 2006 concurrió a hablar con Arteaga para notificarle los hechos de abuso sexual que había vivido y para pedirle ayuda. “Él dijo que era muy grave lo que estaba diciendo y que no lo repitiera porque el padre Karadima tenía buenos abogados. Lo sintió como una amenaza”.
Juan Esteban Morales, ex párroco de El Bosque
El nombre de Morales es uno de los que más se repite en la resolución de González. En su declaración, Andrés Ferrada -un feligrés de El Bosque- señala que Karadima generaba “ardides como intrigas, calumnias o mentiras” y agrega que en su opinión, “el padre Juan Esteban Morales llegó a ser colaborador estrecho en la creación de este misticismo” y le es muy difícil creer que no supiera de los abusos.
Otro fiel, Hernán Arrieta dice que de boca del padre Morales escuchó que éste fue a hablar con Hamilton “cuando supo de la tramitación de la nulidad eclesiástica en la que imputaba actos de abuso sexual al padre Karadima, y le pidió misericordia”.
En tanto, María Verónica Miranda, ex esposa de James Hamilton, afirma en su declaración que “conversó con el padre Morales en julio de 2004, y éste le dijo que si había pasado algo de tipo sexual entre Jimmy y el padre Karadima, no tenía ninguna importancia y no era motivo suficiente para su separación”.
Sin embargo, los dichos más fuertes corresponden al denunciante Juan Carlos Cruz, quien subraya que “en los años que estuvo en la parroquia vio en reiteradas oportunidades que Karadima besaba en la boca o daba besos cuneteados y toquecitos en los genitales a Diego Ossa, Gonzalo Tocornal, Juan Esteban Morales, Guillermo Ovalle y a Jimmy Hamilton”.
Tras el destape del caso, Morales dejó la iglesia de El Bosque y se trasladó a “La Casa del Clero”, en la avenida Santa Isabel. Los fines de semana realiza labores sacerdotales en Quilicura.
Diego Ossa, vicario de El Bosque y uno de los hombres del círculo de hierro de Karadima
En los testimonios que constan en el fallo del caso, se señala a Diego Ossa, ex párroco de El Bosque -y quien se vio involucrado en acusaciones por millonarios pagos a personas que tendrían información clave sobre el caso – como un sacerdote particularmente cercano a Karadima.
Según el ex secretario parroquial de El Bosque, Patricio Vasconcellos, la cocinera más antigua de la parroquia, Silvia Garcés, le comentó que había entrado al comedor y “había visto al padre Karadima sentado y frente a él estaba parado el padre Diego Ossa y el primero le sobaba la pierna al segundo por la parte interna del muslo”.
El sacerdote Sergio Della Maggiora, en tanto, expresó que no recuerda la fecha, pero que le parece que “vio toquecitos reiterados en los genitales que el padre Karadima daba con la parte frontal de la mano a Diego Ossa, esto fue en la sacristía y había más gente presente”.
“Estaba en una posición que le permitió verlo claramente, a unos 5 metros de distancia, no fue algo casual, sino un acto abiertamente indebido, más claro que otras tocaciones a la pasada que también presenció de parte del padre Karadima hacia otros dirigidos”, sostuvo en su declaración.
Actualmente, el sacerdote vive en la iglesia Nuestra Señora de la Paz en Ñuñoa y, según informó el Arzobispado de Santiago se encuentra “sin destinación”.
Francisco Javier Errázuriz, ex arzobispo de Santiago
El domingo 20 de marzo de 2011, el médico James Hamilton, uno de los querellantes de Karadima, apuntó fuerte y directo contra el cardenal y ex arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz. Y frente a las cámaras del programa Tolerancia Cero de Chilevisión aseguró que “monseñor Errázuriz es un criminal (…) No sólo no nos escuchó, sino que no frenó lo que pasaba”.
Durante el proceso las acusaciones contra el cardenal fueron ratificadas.Y, coincidente con los dichos de Hamilton, Juan Andrés Murrillo relató a la juezaque “en el año 2003 se lo contó (los abusos) a otros dos sacerdotes jesuitas Rodrigo García y Juan Díaz. Este último, le dijo que era conveniente que pusiera al corriente de lo que había pasado a la jerarquía de la iglesia e hiciera una presentación por escrito. Ignora qué pasó con ello, solo se enteró que Juan Díaz se la hizo llegar al Cardenal Errázuriz quien dijo que rezaría por él”.
A su vez, los dichos de Murillo coinciden con los del mismo sacerdote jesuita Juan Díaz, quien reconoció que “habló nuevamente con el cardenal, no recuerda la fecha, pero pudo advertir que seguía considerando el tema, pero no deseaba entrevistarse con Murillo. Lo notó complicado y no volvió a tocar el asunto”.