Insólito: Absuelven a piloto de guerra que protagonizó accidente aéreo estando borracho
Su defensa alegó ante la Corte Suprema que "pilotar una nave ebrio" no está configurado como delito en el ordenamiento castrense.
La Justicia chilena absolvió hoy a un piloto de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) que protagonizó un accidente a bordo de una nave de instrucción militar cargada con bombas, que tripulaba en manifiesto estado de ebriedad.
Según la página digital de El Mercurio, la Corte Suprema revirtió un fallo judicial y absolvió a Brian George Prendergast Slight, de 43 años, quién en 2003 debió eyectarse mientras el avión a reacción, un Halcón 36, se estrelló sin causar ninguna desgracia personal.
Añade que durante todos estos años la defensa solicitó la absolución del ahora expiloto, quien fue condenado en dos instancias, juzgado de aviación y Corte Marcial, a 61 días de presidio por “incumplimiento de deberes militares”.
Su abogado, Nelson Caucoto, informó este lunes que esta vez la sala penal del máximo tribunal le dio la razón y lo exculpó tras explicar “que el pilotar una nave ebrio” no está configurado como delito en el ordenamiento castrense.
Caucoto alegó ante la Suprema que la embriaguez en el ámbito militar “está tratada en el reglamento de disciplina para las Fuerzas Armadas, como una falta disciplinaria, no como delito”.
Además recalcó que Prendergast “acató todos los deberes militares que estaba llamado a observar al momento de pilotar la aeronave siniestrada, demostrando incluso una experticia y habilidad que le permitió salvar con vida”.
El 19 de diciembre de 2003 el piloto de la FACh voló la aeronave A-36 en una misión táctica, la cual presentó fallas mecánicas durante el vuelo poco después de despegar de la base aérea.
Esto obligó al piloto a eyectarse, estrellándose posteriormente la aeronave en un lugar cercano al aeropuerto Diego Aracena, en Iquique, sin que resultara lesionado el piloto ni un tercero.
En los fallos judiciales anteriores se estimó que la conducta del oficial sí constituía una falta a sus deberes estipulada en el Código de Justicia Militar.
Esto porque si había ingerido alcohol debería haberlo informado a sus superiores sobre todo porque la nave que iba a pilotar “volaba portando bombas de ejercicio BDU-33”, lo que a juicio de la Corte Marcial “lo obliga a un mayor celo en el cumplimiento del deber debido al alto riesgo que implica pilotar un avión cargado con bombas”.
Sin embargo, la sala penal de la Suprema estimó que para condenarlo era necesario que constara de forma expresa y determinada cuál es el deber militar incumplido y que éste no se refiere al reglamento interno de la FACH respecto a que todo piloto debe “estar permanentemente en óptimas condiciones para pilotar una aeronave”.
Asimismo, se destaca que la investigación acreditó que el accidente protagonizado por Prendergast se debió al desperfecto en el motor de la aeronave, una falla mecánica, en la que no tuvo ninguna incidencia en ella ni la conducta del piloto ni tampoco su estado etílico, aunque ello le significó la baja de la institución.