Anorgasmia: cuando los condicionantes sociales irrumpen en la alcoba
La inhibición recurrente y persistente del orgasmo es manifestada por su ausencia tras una fase de excitación normal
La inhibición recurrente y persistente del orgasmo es manifestada por su ausencia tras una fase de excitación normal. Es, junto con la falta de deseo, una de las disfunciones sexuales más comunes de la mujer, aunquetambién puede haber anorgasmia en el hombre. Cómo “desprenderse” de mandatos culturales y religiosos
El orgasmo puede definirse como una descarga de tensión física acompañada de una intensa sensación de placer (clímax). En el orgasmo femenino, el área localizada de vasodilatación vulvar y vaginal, se contrae con fuerza y a intervalos regulares. La duración y el número de contracciones varían de una mujer a otra y en cada relación sexual.
El clítoris es el órgano que está preparado fisiológicamente (por la cantidad de sangre y sensibilidad nerviosa) para desencadenar la respuesta orgásmica, por lo tanto, su estimulación por el coito, manual, vibradores, etc., o el simple roce, genera sensaciones placenteras.
En el hombre la respuesta orgásmica consiste en dos fases, en la primera se contraen los músculos internos que llevan el líquido seminal y prostático hacia la uretra posterior (fase de emisión), inmediatamente se percibe que el orgasmo es inevitable, expulsando el semen por el orificio uretral (fase eyaculatoria) con una intensa sensación de placer.
El orgasmo es una respuesta fisiológica, emocional y social: une el cuerpo a la capacidad de gozar y de compartir la experiencia sexual.
Sin embargo, los condicionantes socioculturales fueron causa de muchas limitaciones a la hora de hacer el amor. La anorgasmia o falta de orgasmo femenino se define como la ausencia persistente o recurrente tras una fase de excitación sexual o lubricación genital normal.
A la hora de evaluar la inhibición de la respuesta orgásmica…