FMI rebaja a 3,6% proyección de crecimiento económico para Latinoamérica en 2012
El PIB de Latinoamérica se mantendrá en 2012 por encima de la media mundial del 3,3 por ciento, pese a que el FMI advirtió que la situación de crisis de deuda en la zona del euro condicionará sus proyecciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó hoy levemente las perspectivas de crecimiento económico de Latinoamérica para 2012, hasta el 3,6 por ciento, en un entorno global aún con riesgos debido a la crisis en Europa.
Según los datos actualizados del informe “Perspectivas Económicas Mundiales” de septiembre, el Producto Interior Bruto (PIB) de Latinoamérica crecerá este año cuatro décimas menos de lo previsto anteriormente y cerrará 2013 con un aumente.
El FMI recortó seis décimas el crecimiento esperado de la economía brasileña, aunque destacó el hecho de que el Gobierno de Dilma Rousseff haya decidido manteto del 3,9 por ciento, dos décimas por debajo de las anteriores previsiones.
No obstante, el PIB de Latinoamérica se mantendrá en 2012 por encima de la media mundial del 3,3 por ciento, pese a que el FMI advirtió que la situación de crisis de deuda en la zona del euro condicionará sus proyecciones.
Según el informe, se espera que el crecimiento en las economías emergentes, entre ellas la latinoamericana, se ralentice “por el empeoramiento del contexto externo y el debilitamiento de la demanda interna”.
Las dos principales economías latinoamericanas, Brasil y México, cerrarán 2012, según el informe, con un crecimiento del 3 y del 3,5 por ciento, respectivamenner la disciplina fiscal en un contexto de lenta actividad, para apoyar medidas monetarias que faciliten el acceso del crédito.
La situación de Chile
El informe señala, según El Mercurio, que “en los países con una presión tributaria relativamente baja (Chile, México, Perú), es necesario llevar a cabo esfuerzos orientados a movilizar ingresos fiscales para atender las necesidades sociales y de infraestructura de la región, tales como los niveles aún elevados de desigualdad y las necesidades insatisfechas de una clase media en rápida expansión”.
El FMI añade que “se debe considerar la posibilidad de aumentar los impuestos directos llevando las tasas que pagan las empresas a niveles internacionales y reduciendo los generosos incentivos y concesiones tributarias”.
Y para atraer nueva inversiones, pese a los mayores costos tributarios,la opción a es ir “mejorando el clima de negocios y de inversión (por ejemplo, simplificando los trámites burocráticos, reforzando los derechos de propiedad y reduciendo las barreras de entrada a los mercados)”.