Más de una veintena de personas mueren en una nueva jornada de violencia en Siria
Esto ocurre un día después de que la Liga Árabe anunciara solicitara el respaldo de Naciones Unidas a su hoja de ruta para Siria, que estipula la salida del poder del presidente Al Asad.
Las cosas no mejoran para el pueblo Sirio. Al menos 24 personas perecieron hoy por las acciones represoras de las fuerzas de seguridad, en una sangrienta jornada en la que fallecieron también un responsable de la Media Luna Roja y un sacerdote cristiano.
El grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL) informó en un comunicado que entre las víctimas mortales hay dos mujeres, dos menores de edad y seis soldados desertores.
Los militares disidentes fallecieron en combates entre el Ejército Libre Sirio (ELS) y las tropas regulares en las localidades de Arbin, Rankus y Yabrud de la provincia oriental de Rif Damasco.
También se registraron enfrentamientos en la población de Kafer Batna, donde el ELS detuvo dos vehículos que transportaban a “shabiha” (matones del régimen), y en Kanaker, donde los desertores lanzaron una ofensiva contra puestos de control militares.
Las víctimas civiles se registraron en las localidades de Rif Damasco (cinco), en las centrales de Homs (cuatro) y Hama (cuatro), en la noroccidental de Idleb (tres), en la septentrional de Alepo (una) y en la meridional de Deraa (una).
En la localidad de Qusair en Homs, cuatro personas, entre ellas un niño de cinco años, fallecieron y una treintena resultaron heridas al bombardear las fuerzas de seguridad sus viviendas.
Mientras, en la ciudad de Hama se oyeron disparos en los barrios de Al Andalus, Al Bayad, Al Qusor y Al Sharquiya, mientras las fuerzas de seguridad practicaron redadas y detenciones en el barrio de Baba Qabli.
A estas víctimas se suma la muerte del secretario general de la Media Luna Roja en Siria, Abdul Razaq Yibiro, y del sacerdote cristiano sirio Basilius Nasar. Las causas del asesinato de estos hombres no están claras ya que según la agencia oficial SANA murieron por el ataque de “un grupo terrorista armado”, mientras que los CCL acusaron a las fuerzas leales al régimen.
Esta nueva jornada de violencia se produce un día después de que la Liga Árabe anunciara que ha solicitado el respaldo de Naciones Unidas a su hoja de ruta para Siria, que estipula la salida del poder de Al Asad.
La mediación árabe no ha logrado el cese de la violencia en el país, donde desde el inicio de la revuelta han muerto, según la ONU, más de 5.000 personas.