Terry podrá ir a la Eurocopa antes del juicio por comportamiento racista
La imputación se basa en un vídeo en el que se ve a Terry dirigiéndose a su compatriota en términos supuestamente racistas, si bien el jugador negó desde el principio esas acusaciones.
El capitán de Inglaterra y del Chelsea, John Terry, no deberá comparecer ante el juez para defenderse de las acusaciones de comportamiento racista hasta el mes de julio, después de la Eurocopa de Polonia y Ucrania, según dictaminó hoy la corte londinense de Westminster.
El juez de distrito Howard Riddle aceptó esta mañana una petición de la directiva de los “blues” para que aplazara hasta después del campeonato europeo el proceso para determinar si Terry, de 31 años, profirió insultos racistas sobre el jugador del QPR Anton Ferdinand durante un encuentro de la liga inglesa.
La postura del magistrado facilitará al seleccionador de Inglaterra, Fabio Capello, su decisión sobre si incluir a su capitán en la convocatoria para la cita de Polonia y Ucrania, dado que en ningún caso Terry será declarado culpable antes del torneo.
La inclusión del defensa en la selección ya causó polémica el pasado noviembre, pocos días después de que se produjera el incidente con Ferdinand, el 23 de octubre, si bien finalmente Capello no dudó en llevarle convocado para enfrentarse a España en el amistoso que se disputó en Wembley y que ganaron los locales (1-0).
El abogado del defensa inglés entregó esta mañana al juez una carta del director ejecutivo del Chelsea, Ron Gourlay, en la que pedía que se pospusiera el juicio hasta que acaben las competiciones nacionales e internacionales de esta temporada.
El responsable de los “blues” convenció al magistrado al argumentar que diversos jugadores del equipo no podrían presentarse como testigos en el proceso hasta después de la final de la Eurocopa, que se celebrará el 1 de julio en el Estadio Olímpico de Kiev (Ucrania).
En atención a ese ruego, el magistrado dispuso que el juicio se celebrará la semana del 9 del julio.
Terry se declaró hoy, por medio de su abogado, inocente de los cargos que se le imputan, que le podrían costar, como máximo, una multa de 2.500 libras (3.000 euros).
La fiscalía británica presentó en diciembre una acusación contra el inglés por un “delito de alteración del orden público con agravante racial” que habría cometido al proferir presuntamente un insulto racista contra Ferdinand en un partido en el estadio de Loftus Road.
La imputación se basa en un vídeo en el que se ve a Terry dirigiéndose a su compatriota en términos supuestamente racistas, si bien el jugador negó desde el principio esas acusaciones.