Chicago Tribune manda carta a Chile y le pide contar una mejor historia sobre los vinos

“Querido Chile:

Estoy feliz de verte nuevamente. Tu eres uno de mis países favoritos para visitar. Cada vez que vengo, esta es mi tercera vez, siempre me siento como si fuera sigilosamente a un lugar especial, escondido detrás de un panel secreto.

Tu eres el país más largo y delgado del mundo, coronado por el desierto más árido del mundo, y a tus pies están el hielo de los glaciares y la Antártida. Los impenetrables Andes son tu columna vertebral en el este, y al oeste es más húmedo que mojado, con una extensión intacta a lo largo del vasto Pacífico. Tu velas por ti mismo al resto del mundo, escondido, único y tranquilo. Ustedes son extraordinarios.

Vine por tus vinos, por supuesto, para descubrir más sobre ellos. No te había visto en diez años, mucho ha cambiado, pero también mucho no.

Voy a ser franco. Chile necesitan comenzar a contar una historia mejor y más fresca sobre tus vinos.

La vieja historia de que Chile produce deliciosos vinos tintos y blancos, especialmente tintos, a un precio muy razonable, es ya una historia aburrida. Necesitas contarnos sobre tus vinos más interesantes, los mejores y los recién llegados, sobre el distinguido Sauvignon Blanc que viene desde el norte, sobre el Chardonnay “sin roble” desde tu costa, sobre el eléctrico syrah, y sobre el Carmenere de tus colinas.

Yo creo que hay dos maneras de para que las personas aprendan a contar una historia: escuchando las historias de otros y comparando y contrastando las propias con la de los demás, y sabiendo en el fondo quién eres y contar que así es.

Así que, escucha las historias de los vinos de otros países que no tienen finales felices, y aprendan de eso. Y como decimos en América, “anda al colegio para ser alguien”. “

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