En medio de una gran tensión el principe Guillermo llega a las Malvinas
Coincidiendo con el cercano aniversario Nº 30 de la guerra de entre Argentina e Inglaterra, el duque de Cambridge llega a la isla, permanecerá allí seis semanas. Militares británicos descartan que se trate de una provocación.
En medio de las acusaciones de la Cancillería argentina de “militarización británica” en las Malvinas, el príncipe William aterrizará hoy para conseguir su grado de capitánen la Fuerza Aérea británica y participar, junto a su tripulación, en las tareas de rescate y búsqueda en el mar en su helicóptero Sea King.
El cruce de acusaciones entre Londres y Buenos Aires crece al ritmo de las dificultades por el ajuste en el gobierno de Cristina Kirchner y las divisiones en su partido para el primer ministro David Cameron a causa de la crisis económica que afecta a Europa; todo al borde del 30 aniversario de la guerra.
El diario The Times informó que el vuelo tiene una duración de 18 horas, por lo que estimaba su llegada para hoy al aeropuerto malvinense de Mount Pleasant, luego de una breve escala en la isla británica de Ascensión, en el Atlántico. El teniente William Wales voló desde la base militar Brize Norton, en Oxfordshire, con sus compañeros de tripulación.
El duque de Cambridge permanecerá seis semanas en el archipiélago para un entrenamiento militar; William será parte de uno de los dos equipos de helicópteros de rescate, que están de guardia 24 horas para misiones en MT Pleasant, la base militar británica construida tras el conflicto con Argentina, con una dotación de 1.200 militares y a 45 minutos de Puerto Stanley, para los británicos, o Puerto Argentino, la capital de las Islas.
La presencia del príncipe no representa “una provocación” para Argentina, así lo subrayó el jefe de estado mayor británico, General Sir David Richard.
Tras recordar que su hermano , el príncipe Harry, fue enviado a Afganistán en 2008, Richard agregó que “yo puedo decirle que no es y que no fue designado para que lo sea”.
Se confirmó además la llegada en marzo a las Islas de un barco de guerra, HMS Dauntless, un destructor tipo 45, en una misión que el Gobierno británico calificó como “una rotación” para reemplazar a la fragata HMS Montrose, que está actualmente en el área junto a un submarino nuclear, cuatro aviones de combate y los dos helicópteros de rescate.