Echa pie atrás: Obama no obligará a empresas religiosas a dar anticonceptivos a empleadas
El Presidente de EE.UU señaló que "comprendía la preocupación que este asunto ha desatado y garantizó que, a partir de ahora, serán protegidos los derechos de las mujeres sin afectar a la libertad religiosa".
Cediendo a la presión de los obispos católicos y atendiendo al cálculo político, Barack Obama anunció ayer nuevas normas que excluyen a las empresas afiliadas a la Iglesia católica de la obligación de ofrecer anticonceptivos a su empleados.
Con estos el presidente da sus brazo a torcer, intentando así aplacar el malestar que se había creado en algunos sectores de la sociedad por lo que se entendía como un ataque a la libertad de conciencia y, al mismo tiempo, despejar lo que se había convertido en un obstáculo para su reelección.
Obama explicó que “como ciudadano y como cristiano”, comprendía la preocupación que este asunto ha desatado y garantizó que, a partir de ahora, serán protegidos los derechos de las mujeres sin afectar a la libertad religiosa. “Las organizaciones religiosas”,agregó, “no tendrán que proveer directamente ese servicio (el de anticonceptivos), pero las mujeres que trabajen que esas organizaciones tendrán acceso gratuito a ellos, como cualquier otra mujer”.
Este anuncio se produce después de varios días en los que, tanto la jerarquía de la Iglesia católica como diferentes grupos religiosos, algunos de ellos de orientación progresista, habían advertido del daño que la medida anteriormente impuesta por el Gobierno podría causar en las relaciones entre Obama y esa confesión religiosa.
El conflicto, que crecía en los últimos días, amenazaba con minar la popularidad del presidente entre uno de los grupos de electores que le son más favorables. Obama ganó en 2008 el voto católico por 16 puntos de ventaja sobre John McCain.
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