Impuesto a las termoélectricas genera controversia entre industria y expertos
Este tributo se traduciría en alzas en las tarifas para los hogares y empresas dijo un representante de la industria; desde la otra vereda lo defienden al señalar que "es un impuesto 'Robin Hood', que roba a los malos y se lo da a los buenos".
La posibilidad de implementar un Impuesto a las emisiones de las centrales termoeléctricas fue rechazada de plano por los representantes de la industria del sector. A juicio del presidente de la Asociación de Generadoras, René Muga, este “impuesto verde” se traduciría en alzas en las tarifas para los hogares y empresas por la necesidad de implementar nueva tecnología.
Según informa Radio Cooperativa, la iniciativa fue planteada en el marco de la implementación de la estrategia energética de Chile hasta 2030. Su impacto no sería menor pues las termoeléctricas representa el 30% de le generación de electricidad en nuestro país.
“Claramente esto va a tener un efecto en el costo de la generación. En un país que depende, por la sequía que enfrentamos, de la termoelectricidad, claramente un impuesto de este tipo va a tener efectos en el precio, a lo mejor no de manera inmediata; dependerá del tipo de impuesto que se trate, pero va necesariamente a tener una repercusión en el costo de generación y en el precio final a los clientes”, sostuvo René Muga.
A juicio del dirigente, “la emisión de CO2 por generación eléctrica son solamente un cuarto de todas las emisiones que genera este país”.
En la misma línea, el presidente de la Sofofa, Andrés Concha, dijo que Chile está “enfrentando niveles de precios altísimos, que se ven afectados también por la baja hidrología en nuestro país”.
“Los análisis que se están haciendo sobre aplicar un impuesto a las emisiones de CO2, evidentemente que complicarían aún más la situación del mercado energético, especialmente para quienes utilizan la electricidad como el principal factor de competitividad en sus actividades productivas”, explicó Concha.
Impuesto Robin Hood
Desde la vereda opuesta, el director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, Marcelo Mena, aseguró que “este es un impuesto ‘Robin Hood’, que roba a los malos y se lo da a los buenos. Los fondos que recaude podrían ser ocupados “para financiar energía renovables, que son más baratas, generan más empleos”.
Mena plantea que “se está carbonizando la matriz y vamos a terminar pagando caro por eso”, advirtió el experto, que dijo que “está por verse cuál va a ser el efecto en los costos para las personas”.
En este escenario de controversia, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de momento opta por la cautela. Según él se trata sólo de una alternativa y hay otras opciones.
“Es preferible que no nos adelantemos, porque no se ha conocido la propuesta que tiene el Gobierno en esta materia; nosotros analizamos una serie de incentivos para que (las empresas) sean amigables con el medioambiente, y poder desarrollar energía renovables, especialmente energías renovables no convencionales, de tal manera que yo creo que antes de opinar de algo que está como una idea debemos conocer lo que efectivamente va a ocurrir”. explicó.