Lo que atrae a los hombres
No es necesario ser experto para saber que los encantos femeninos que más cautivan a los varones son glúteos, senos, piernas, labios, cintura y textura de la piel, pero, ¿sabe por qué? A continuación una explicación de este comportamiento propio del sexo masculino.
No es necesario ser experto para saber que los encantos femeninos que más cautivan a los varones son glúteos, senos, piernas, labios, cintura y textura de la piel, pero, ¿sabe por qué? A continuación una explicación de este comportamiento propio del sexo masculino.
Podríamos formar largos caminos de papel y mares de tinta con la infinidad de poemas, cartas y obras creadas en torno a la fascinación que despierta la imagen de la mujer en el hombre, formando un espectro que va de la espiritualidad pura a la entrega carnal, y aún así se trataría sólo de una fracción en medio de un mar de pasiones nunca escritas, pero sentidas y vividas.
Empero, entre tal abundancia y aparente diversidad se distinguen patrones repetitivos (clichés o estereotipos) en la admiración que se rinde al cuerpo femenino, mismos que obedecen a un esquema biológico natural: mientras las mujeres identifican elementos eróticos, por ejemplo, en manos, rostro o movimientos, los varones eligen partes más obvias para fijar su atención, dado que su primera aproximación siempre tiene carácter sexual.
Sí, pero, ¿por qué?
Inténtelo. Pregunte incluso a ese amigo poeta o filósofo que siempre suele tenerse, y descubrirá que quizá se deba a un no-sé-qué. Y es que no es fácil contestar por qué atrae tal o cual parte de la anatomía femenina, pero causa atracción, gusto o voluptuosidad. Sin embargo, hay quienes sí tienen una respuesta, como el inglés Desmond Morris, especialista en etología (ciencia que estudia el carácter y modo de comportamiento de animales y seres humanos) que cuenta con varias publicaciones al respecto.
Así, en su libro Comportamiento íntimo presenta interesante exposición al respecto y cómo culturalmente se disimulan o refuerzan los mensajes corporales a través de posturas, maquillaje o atuendos. Dado que en el contexto social existen impedimentos para exhibir la sexualidad, se ha desarrollado en occidente un complejo lenguaje no verbal que invita al contacto íntimo de manera indirecta: alguna parte del cuerpo es utilizada como imitación o “eco genital”, a la vez que los verdaderos órganos permanecen ocultos…