Los talibanes juran venganza tras supuesta matanza de militares de EE.UU
Un soldado norteamericano, supuestamente con una crisis nerviosa, mató a 17 personas e hirió a otras cinco. Afganos alegan falta de supervisión a las fuerzas extranjeras. Obama se mostró preocupado, el responsable estaría detenido.
De un lado juran venganza, desde el otro su preocupación. Los talibanes de Afganistán han asegurado este lunes que se proponen “vengar” la matanza de civiles acaecida el domingo en la provincia afgana de Kandahar, en el sur del país, donde un soldado de EE UU, supuestamente presa de una crisis nerviosa, mató a 17 personas e hirió a otras cinco, entre ellas varios niños.
“Simpatizamos con las víctimas de esta acción salvaje y garantizamos a sus herederos que nos vengaremos de estos invasores y asesinos y castigaremos sus acciones bárbaras”, afirmaron los talibanes en un comunicado difundido en su pagina web.
El Parlamento de Afganistán condenó también lo sucesos del domingo y afirmó que el pueblo afgano ha perdido la paciencia con la falta de supervisión del comportamiento de los soldados estadounidenses en el país. Los parlamentarios reclamaron a estados Unidos que los responsables de la matanza sean juzgados en Afganistán en un proceso público.
El episodio eleva aún más si cabe la tensión entre las fuerzas aliadas y la población civil afgana, tras otros sucesos como la quema de coranes en una base estadounidense, ocurrida hace unas semanas atrás.
De cara a la hipótesis que indica que el o los responsable podría tener problemas mentales o haber sufrido una crisis nerviosa, los insurgentes afganos fueron enfáticos al indicar que “si los autores de la masacre tenían un problema mental, esto supone una transgresión moral del Ejército de EE UU, porque está armando a lunáticos que disparan contra los afganos indefensos sin pensárselo dos veces”.
Preocupación
El Gobierno del presidente Barack Obama, a su turno, expresó este lunes su “profunda preocupación” frente a los hechos.
“Estamos profundamente preocupados por los informes iniciales de este incidente y observamos la situación muy de cerca”, dijo Caitlin Hayden, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Fuentes militares estadounidenses confirmaron que el soldado, que supuestamente salió de su base en el sur de Afganistán y atacó a los civiles, está detenido en la ciudad de Kandahar. El hospital militar atiende a por lo menos cinco civiles heridos.
El general John Allen, jefe de las tropas estadounidenses en Afganistán, emitió una declaración en la que promete “una investigación rápida y escrupulosa”, y señaló que el soldado, un sargento del Ejército (de Tierra) permanecerá bajo custodia estadounidense.