Caso Atala: Padre de las niñas acusa que no se les escuchó
El abogado Jaime Muñoz, ex marido de la jueza Atala, afirma que a sus hijas no se les preguntó si se consideraban víctimas. "Fueron ignoradas por años", acusa.
Tras el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en favor de la jueza Karen Atala, quien perdió la tuición de sus tres hijas debido a su homosexualidad, el caso vuelve a estar en el centro de la polémica.
Uno de los actores cuya voz había estado relativamente ausente del debate es Jaime Muñoz, el ex marido de la jueza Atala. Sin embargo, hoy rompió su silencio.
Mediante una carta enviada a El Mercurio, y junto con subrayar que los ocho años desde que la Corte Suprema le otorgó la tuición de sus hijas “han sido la mayor bendición que un hombre puede esperar”, el abogado apunta sus dardos directamente contra el proceso ante la CIDH.
“¿Cómo es posible que en un juicio internacional se considere “víctimas” a tres de mis hijas, e incluso en su nombre se pidan indemnizaciones por los supuestos “daños” que se les provocaron? Por años no se les preguntó a mis hijas, ahora adolescentes, si querían ser parte de ese juicio, y si realmente se consideraban a sí mismas como “víctimas”.
En relación a sus hijas, sostiene Muñoz, “para quienes tramitaron este juicio, nunca importó su realidad”, acusando que “a última hora se busca solucionar el problema, con una “apariencia” de que han sido escuchadas. Se designa una delegación de la Corte Interamericana, que llega a un hotel de Santiago, y dos de ellas son llevadas a una entrevista sin padres, sin representantes, y peor aún, se designa para “asesorar” a esta delegación a una psiquiatra, que no es su médico tratante, sino que la misma profesional que ya había declarado en favor de una de las partes en el juicio”.
“Mis hijas no solamente fueron ignoradas por años, ahora que las necesitan, se les niega mínimas garantías“, afirma el letrado.
“Quienes debieran defender en este juicio a estas adolescentes chilenas, los abogados del Estado de Chile, prefieren guardar silencio. Quienes han escrito decenas de páginas en relación con este caso, prefieren guardar silencio”, finaliza Muñoz.