EFE sobre @Joven_y_alocada: “hecha para romper algunos de los tabúes que persisten en la sociedad chilena”
La agencia de noticias española entrevistó a Marialy Rivas, directora de la película que se estrena mañana, quien afirmó que "para los adolescentes es una película en la que se pueden mirar y decir: 'No soy tan extraño, no soy tan diferente', mientras que a los padres les sirve para entender, aunque no les guste, quiénes son sus hijos".
Tras llevarse el premio a mejor guión internacional en el festival de Sundance, la directora chilena Marialy Rivas estrena este jueves en Chile su ópera prima “Joven y alocada”, una historia que relata la lucha de una adolescente evangélica por encontrar su sexualidad.
A sus 35 años, esta realizadora de publicidad se ha erigido como uno de las nuevos valores del emergente cine chileno con una película en la que conceptos contrapuestos como la bisexualidad y religión se entremezclan para romper algunos de los tabúes que persisten en la sociedad chilena.
El filme explica las vivencias sexuales de Daniela, una joven chilena de 17 años que, en plena erupción hormonal, se enfrenta a la represión que sufre por parte de su familia, que profesa los estrictos códigos de la religión evangélica.
La protagonista utiliza su blog personal en Internet para relatar en primera persona sus ambiguas experiencias amorosas, no sólo con su novio, un ingenuo evangélico, sino también con una compañera de trabajo que le hará descubrir su pasión por las mujeres.
El guión de la película surgió a partir de las entrevistas que Rivas realizó hace cuatro años a Camila Rodríguez, autora del popular blog chileno “Soy Evangélica”, en el que narra de manera muy explicita sus divertidas vivencias sexuales en un entorno religioso.
“Me enamoré de la historia. Me parecía súper fascinante que esta persona expusiera esta dualidad: creía en Dios y no creía, le gustaban los hombres y las mujeres”, dijo en una entrevista con Efe la directora del proyecto.
En su primer largometraje, Marialy Rivas, una profesa admiradora del máximo exponente de la nouvelle vague, Jean Luc Godard, rehuye de lo políticamente correcto con un estilo muy directo en el que las escenas de sexo explícito entre adolescentes son una constante.
Según Rivas, esta forma de filmar está concebida para “incomodar al público” y lograr que padres e hijos entablen un diálogo abierto y sin filtros sobre el florecimiento del sexo.
“Para los adolescentes es una película en la que se pueden mirar y decir: ‘No soy tan extraño, no soy tan diferente’, mientras que a los padres les sirve para entender, aunque no les guste, quiénes son sus hijos”, argumenta.
“Joven y alocada” llega a las salas chilenas no sin polémica, pues la semana pasada una de las empresas operadoras del Transantiago, el sistema de autobuses de la capital chilena, censuró el cartel promocional de la película en el que aparece la protagonista de la película en una postura cercana a otra mujer.
Según la cineasta, esta decisión es una muestra más que Chile sigue siendo un país “homófobo” e intolerante a la diferencia, algo que lo relaciona directamente con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Es un país que le cuesta mucho tolerar la diferencia. No sólo la homosexualidad, sino también la diferencia de clase social, la diferencia a un extranjero. Creo que es una herencia de la dictadura que nunca se sanó. Tenemos una historia muy violenta en este país”, puntualizó.
Así, espera expectante la reacción del público chileno ante una historia que, según dice, intenta romper tabúes y “lograr un diálogo social” en el sí de una sociedad “judeocristiana” en el que “el mayor represor es la religión”.
Después de su éxito en Sundance y su buena aceptación en el certamen de Berlín, “Joven y alocada” se presentará el próximo septiembre en el festival de San Sebastián (España), última parada antes de desembarcar en la salas comerciales de Europa y Estados Unidos.
Mientras tanto Rivas ya trabaja en el guión de su segunda película, que narrará la historia real de una familia aramea del sur de Chile que cree que su hija de tan sólo once años va a anunciar la llegada de un nuevo mesías.
“Con mi cine a mí me interesa incomodar, poner temas que no estén en la sociedad y empujar al límite las cosas. ¿Cuál es la gracia de hacer algo que pasa desapercibido?”, se cuestiona Rivas.