Lollapalooza Chile 2012: Reseña Día 1
El día que tanto esperábamos por fin llegó. El Lollapalooza Chile 2012 empezó de la mejor manera posible: mucho público y muy buena música.
Primero contábamos los meses para que llegara, luego contábamos los días y finalmente las horas para que se diera inicio a la segunda versión del Lollapalooza Chile. La espera acabó hoy cuando se abrieron las puertas del recinto del Parque O’Higgins y pudimos ingresar a disfrutar de la fiesta que es este festival.
El recorrido empezó con Pedro Piedra en uno de los escenarios principales, quién con un puñado de buenas canciones muy bien ejecutadas, enganchó al tímido público que se acercaba a esa hora hasta el Claro/LG Stage. A continuación nos fuimos a recorrer el Kidzapalooza, lugar donde en esos momentos tocaba el grupo infantil Mosquitas Muertas.
Con una propuesta más bien rockera, el grupo entretuvo tanto a chicos como grandes con un repertorio donde la teatralidad es parte importante de la propuesta musical de la banda. Pasada la hora de almuerzo nos fuimos directo al Coca Cola Stage para escuchar a una banda que combatía el calor con ritmos frenéticos: Gogol Bordello.
La propuesta de los gitanos neoyorquinos funcionó a la perfección y los miles de asistentes que a esa hora llegaban hasta el escenario pudieron disfrutar de un conjunto que hace de la música gitana, una verdadera fiesta. Tocaron temas de casi todos sus trabajos y coronaron su actuación con una dedicatoria a Daniel Zamudio, en la cual pedían que se terminara el racismo y la homofobia en Chile.
Fuimos al Alternative Stage para ver a los reunidos Los Tetas, quienes en una presentación contundente (a pesar de tocar pocos singles) lograron conquistar a un público que desde el comienzo estaba entregado a los nacionales. Volvimos al Kidzapalooza para la actuación de un grupo de muñecos que arrasó con todo pronóstico: 31 Minutos.
Decir que el escenario estaba lleno, era poco. Porque en una convocatoria que sorprendió al mismísimo Perry Farrell –quien se paseaba con una cara de felicidad inmensa por los alrededores del Kidzapalooza– los muñecos favoritos de niños y adultos volvían en grande luego del término del programa.
Con un formato que incluía una banda tocando en vivo, Tulio Triviño y los suyos hicieron de su actuación algo memorable. Tocaron todas aquellas canciones que son parte de la memoria colectiva de los chilenos y encantaron a un audiencia que no los quería dejar irse del escenario. Uno de los puntos altos del día.
Volvimos al Alternative Stage para ver al proyecto alternativo del líder de Deftones, Chino Moreno, quién volvía al festival al mando del colectivo Crosses. En una actuación contundente que alternó momentos de agresión con algunos más calmos, el grupo defendió de manera notable sus dos EPs lanzados y logró seducir a todos los asistentes que llenaban el escenario alternativo del Lollapalooza Chile.
Nos dirigimos de vuelta a los escenarios principales para ver a uno de los platos fuertes de la primera jornada: Arctic Monkeys. El grupo de Alex Turner entregó un potente show –que a pesar de batallar en los comienzos del set con un sonido algo deficiente– que repletó el Coca Cola Stage.
Abrieron con “Don’t Sit Cause I’ve Moved Your Chair” y le siguieron grandes temas como “Brianstorm” y “Brick By Brick” que sacaron a relucir lo mejor del repertorio, de una banda que en vivo, es de lo mejor que existe en el planeta. El setlist de los ingleses se concentró en las primeras dos placas de su carrera, algo que los fanáticos más antiguos agradecieron sin duda.
Para el final llegarían “R U Mine?”, “Fluorescent Adolescent” y “505”, tres cortes que fueron coreados por las más de 20 mil personas que repletaban aquel escenario. Una despedida impecable para una de las bandas preferidas por el público chileno.
La encargada de cerrar la fiesta fue la artista nacida en Islandia, Björk, quién venía a presentar su última placa llamada “Biophilia”. La tercera visita de la artista tuvo una impresionante puesta en escena, que incluía tres pantallas LED, decoración ad-hoc con los elementos de su último disco y un numeroso coro de mujeres.
En cerca de 90 minutos, la islandesa hizo gala de su notable registro vocálico, que se completamente de manera perfecta con los entornos sonoros que les da a sus intricadas composiciones. “Thunderbolt”, “Crystalline” y “Náttúra” fueron parte del destacado repertorio que Björk interpretó ante cerca de 25 mil personas.
El show lo cerró con uno de sus emblemas: “Army Of Me” retumbó fuerte y claro por todos los rincones del Parque O’Higgins dándole el broche final a una jornada inaugural que tuvo todo los condimentos necesarios para transformar este inicio de la segunda versión del Lollapalooza, en algo memorable.
Fotos cortesía de Agencia Uno.