El suculento negocio de las editoriales con los textos escolares "enchulados": Lo mismo por 25 mil pesos más
Varias son los puntos cuestionables que presentan los textos escolares Santillana y SM: El mismo contenido que antes estaba en un libro, ahora se vende en dos tomos, casi al doble del precio. Una realidad que despierta la sospecha de acuerdos entre los sostenedores de colegios y las editoriales, y que sólo perjudican a los apoderados y vendedores de libros.
“Dime una página, la que quieras”, dice riéndose Héctor Sandoval, vendedor de textos escolares hace más de 25 años en San Diego. El locatario ya solo atina a reírse cuando compara las páginas de los textos escolares del año 2008, con los que piden este año los colegios particulares y subvencionados : ¡son exactamente iguales y tienen una diferencia de precio de más de 25 mil pesos!
¿Evidencias? El vocero de los libreros de la tradicional calle capitalina muestra primero el libro de Matemáticas de Editorial Santillana para Séptimo Básico, edición de dos tomos Bicentenario, que actualmente piden los colegios. Después muestra el mismo texto, misma editorial, mismo curso, pero año 2008-2009, que venía en un solo tomo. Ambos libros tienen la misma portada. Iguales son también la página 10. Lo mismo pasa con la 20 o con la página 55. Con todas. Todas son exactamente iguales. Lo único que cambia es el precio. Por el primero se pide $27 mil por los dos tomos, mientras que el segundo, se puede obtener por $3 mil pesos.
Lo mismo pasa con todos los libros Santillana de Lenguaje, Matemáticas, Sociedad y Naturales, para los cursos de enseñanza básica.
“Yo les digo a los papás que es el mismo, pero no me creen. Quieren la edición de dos tomos. Ahí las editoriales hacen un trabajo con el jefe de UTP (Unidad Técnico Pedagógica) de cada colegio, para que los profesores pidan eso”, explica el vocero de los locatarios de San Diego, mientras muestra que en la edición de dos tomos ni siquiera se cambia el número de las páginas, ya que el segundo tomo parte en la 167. Es decir, la nueva edición sólo se encuaderna distinto.
“Hace más de diez años estoy reclamando en la Fiscalía Nacional Económica por estas irregularidades -que vienen ocurriendo paulatinamente, ya que hace tres años eran los mismos textos con distintas tapas-, y el abogado de la Fiscalía, Mario Bravo Rivera me han dicho que no me conviene reclamar contra Santillana porque tienen muy buenos abogados”, dice Miguel Espinoza, dueño de dos locales de libros en San Diego y también vocero de los libreros, quien además acusa que ya no tiene relación con la editorial, porque “simplemente ya no me venden libros”.
“Si ponemos todos los libros que no podemos vender en la calle, sumamos más de un millón de dólares seguro”, añade Espinoza, quien dice que “por último (Santillana) nos debiese cambiar los textos que ya no podemos vender. Pero ni eso. Nos venden libros que después ellos mismos no nos dejan vender”.
El caso SM
Pese a ser menos notorio, Ediciones SM también despierta ciertas dudas por parte de los vendedores de libros y de la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, Amdepa.
La editorial, ligada a comunidad católica de los Marianistas (con presencia en 10 colegios, como el Compañía de María y el Parroquial San Miguel), publicó el año 2009 el libro de educación escolar Sendas, con el cual se trabajaba los ramos de Matemática, Lenguaje y Comprensión del Medio y que tenía un valor comercial de 12.900 pesos.
Sin embargo, para los siguientes años, el libro fue dividido en tres textos, uno para cada materia, con un valor de 10.900 pesos. “Es decir, crean una necesidad y después se aprovechan de ella”, explica Sandoval.
Denuncia en Contraloría
La “editorial Santillana es un grupo que maneja el 42% de las editoriales del país, son prácticamente los dueños de las editoriales y sacan estos textos enchulados como hace 3 años. Antes no teníamos el coraje para denunciarlo, pero esto ya no da para más”, señala Ismael Calderón Varas, vocero de Amdepa.
Así, el 16 de febrero del 2011 la Amdepa ingresó a la Fiscalía Nacional Económica una denuncia por “los vicios de parte de los Sostenedores (de establecimientos escolares) y las Empresas Editoriales”, requerimiento que, al no tener respuesta alguna, fue ingresado nuevamente un año después, el 21 de febrero de este año, añadiendo un listado de 12 colegios que aún piden o sugieren marcas en las listas escolares.
Amdepa apunta al colegio Gabriela Mistral, colegio Apoquindo Masculino, colegio Salesiano de Valparaíso, colegio El Roble y la escuela básica Preciosa Sangre de Ñuñoa, entre otros. Estos colegios presentan en sus listas de útiles marcas determinadas y lugares donde comprar.
La Amdepa afirma además que existe “colusión” entre los sostenedores de varios colegios y las casas editoriales “porque existen una serie de elementos que permiten inferirlo,como que los colegios exijan que un libro sea edición 2011 de Santillana. Ahí la editorial con el colegio llegan a un acuerdo y se establece que tal día ellos venden esos libros dentro de los establecimientos. Siendo que es el mismo libro del año pasado. Es decir, venden el mismo producto a un precio más caro y no dan ni boleta”, explica Eduardo Catalán, presidente de Amdepa.
Con estos antecedentes, el pasado 28 de febrero la agrupación junto a los locatarios de San Diego y a la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile, Conadecus, se reunieron con el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza.
En la reunión denunciaron, tal como se ve en el documento, “la sospechosa forma de trabajar de algunos sotenedores con las editoriales”, lo que se incluye, según la Amdepa, 20 mil millones de pesos al año por concepto de compra de libros desde el Estado a los alumnos de menores recursos.
Según Catalán, la respuesta del Contralor fue positiva “y se comprometió a hacer una auditoría en en la Unidad Curricular y el área de Licitación, del Ministerio de Educación”. Además, se reunirán este jueves con la jefa de gabinete del Contralor, Alicia de la Cruz Millar para entregarle más antecedentes del caso.
Consultadas por El Dínamo, tanto Santillana como SM declinaron referirse al tema.