Cambios en el status social de las monas afecta a sus genes e inmunidad
Esta investigación es la primera que demuestra una vinculación entre el rango social y la regulación genética en los primates a escala del genoma e ilumina un eslabón fuerte y maleable entre el contexto social y la biología.
Un estudio científico ha revelado que cuando cambia el status social de una mona dentro de su clan también ocurren modificaciones en su genoma que afectan al sistema de inmunidad, según una recopilación de la investigación publicada hoy por Procedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El estudio, encabezado por Jenny Tung, de la Universidad de Chicago, y en el cual participó Luis Bruno Barreiro, un graduado de la Universidad Lusófona de Lisboa (Portugal), podría tener implicaciones sobre la forma en que el estrés vinculado con el bajo status socioeconómico afecta a la salud humana.
De acuerdo con el estudio de “rhesus macaques” en el Centro Nacional Yerkes de Investigación de Primates, de la Universidad Emory en Georgia, el rango social de las monas en su grupo social y el estrés que ocurre cuando ese rango cambia sustancialmente alteran la expresión de casi mil genes.
Esta investigación es la primera que demuestra una vinculación entre el rango social y la regulación genética en los primates a escala del genoma e ilumina un eslabón fuerte y maleable entre el contexto social y la biología.
En una comparación de las hembras “rhesus macaque” de alto rango social con las hembras de bajo rango los investigadores descubrieron diferencias significativas en la expresión de los genes que operan en la respuesta de inmunidad y otras funciones del cuerpo.
Cuando el rango social de una hembra mejoró, también en pocas semanas se modificó la expresión de genes, lo cual indica que las fuerzas sociales pueden influir en el corto plazo sobre la regulación genética.
“Pudimos usar la expresión genética para clasificar a las monas individuales sobre la base de su rango”, dijo Yoav Gilad, profesor de genética humana en Ciencias Biológicas de la Universidad de Chicago, según PNAS. “La demostración de estos cambios muy plásticos y temporales fue novedosa y muy interesante”, señaló.
En la jungla los monos se organizan en una jerarquía donde la posición dominante se define por cuál de los individuos cede primero en la competencia por la comida, el agua y las parejas de acicalado.
Los investigadores observaron a diez grupos, de cinco miembros cada uno, en el centro Yerkes, donde la jerarquía se determina por el orden de introducción de cada individuo en el grupo, lo cual da a los científicos la oportunidad de estudiar cómo los cambios en rango conducen a un efecto biológico.
“En libertad las hembras habitualmente no salen del grupo social en el cual nacieron”, explicó Tung. “Heredan el rango social de sus madres. Pero en esta situación artificial es el orden de entrada en el grupo lo que determina el rango, y la recién llegada generalmente tiene un rango más bajo”.
Otras investigaciones anteriores realizadas con “rhesus macaques” mostraron que su status social influye en componentes de la respuesta al estrés, el cerebro y el sistema de inmunidad.
Ahora, con una tecnología más avanzada para la medición de la expresión de más de 6.000 genes diferentes, Tung y sus colegas observaron, por primera vez en primates, los efectos del rango social sobre la función genética.
La comparación de 49 monas de rango diferente reveló cambios significativos en la expresión de 987 genes, incluidos 112 genes que están vinculados con la función del sistema de inmunidad.