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18 de Abril de 2012

Viuda de Rodrigo Cabezón: "Queremos llegar a la verdad con hechos concretos"

Para Marcela Marchant, las declaraciones del general Rojas no resultan convincentes. "Tengo que alzar la voz porque necesito explicaciones", dijo.

Por Redacción
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Las recientes informaciones en torno al estado del avión Casa 212 que se precipitó en Juan Fernández no sólo traen consecuencias políticas. Los familiares de las víctimas también exigen que se aclaren las circunstancias que rodearon al fatal suceso. Es el caso de Marcela Marchant, viuda del camarógrafo de TVN,  Rodrigo Cabezón, para quien las recientes declaraciones del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Jorge Rojas, simplemente no la convencen.

El uniformado “está defendiendo su institución, pero no es la tranquilidad que los familiares de las víctimas buscamos. Nosotros queremos llegar a la verdad, con hechos concretos que demuestren si lo que están diciendo es cierto“, afirmó.

Marchant subrayó que no tiene “nada personal” contra el general Rojas, “todo lo contrario, seguramente está respetando los protocolos internos que tiene la institución para decir todo lo que está diciendo, pero no me convence nada de lo que diga“.

“Tengo dudas, no puedo creer en algo concreto si han salido tantas cosas en el último tiempo, que nos indican de que sí había fallas técnicas y sí faltaba mantención en el avión”, agregó.

“En este minuto siento que tengo que alzar la voz porque necesito explicaciones, necesito llegar a la verdad, tener algo de tranquilidad. Rodrigo se murió de la peor manera, se desintegró, se hizo pebre, y más encima está desaparecido. Eso no es justo para nadie”, indicó Marcela Marchant.

” Si hubieran puesto su mayor esfuerzo en la primera instancia, ni siquiera habría sido necesaria una segunda o tercera operación Loreto”, consideró la viuda del camarógrafo, quien a estas alturas prefiere no recuperar “nada, porque lo que me vaya a llegar va a ser la nada misma, prefiero que se quede en Juan Fernández íntegro, porque ha sido muy doloroso el proceso de las familias que han logrado recuperar, después de tantos meses, partes muy pequeños de sus seres queridos”.

“El sufrimiento ha sido tremendo, en el sentido de que aquí somos las víctimas que quedamos vivas de este accidente. Mi vida se derrumbó, se fue a la mierda, y me he tenido que levantar de a poco a vivir una vida que no es la que me gusta, la que yo quería”, sentenció.

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