8 privadas en la Confech: Así se reordena el mapa político del movimiento estudiantil

Pese a que la Confederación de Estudiantes de Chile, Confech, ya había aceptado su ingreso hace semanas, fue recién el pasado viernes, y luego de un plebiscito, que la Federación de Estudiantes de la universidad Adolfo Ibáñez ingresó en forma definitiva al órgano estudiantil que el año pasado apuntaló al gobierno y que ya tiene una nueva manifestación nacional convocada para el próximo miercoles 16 de mayo.

Con el ingreso a la Confech de la Federación de la Adolfo Ibáñez, ya son 8 las organizaciones estudiantiles de universidades privadas las que se han sumado al órgano estudiantil con derecho a voz y a voto, cumpliendo una de las metas impuestas por los propios universitarios de la Confech, quienes asumieron que uno de los errores del año pasado fue la falta de articulación con el resto de los actores del movimiento social.

“Nos interesa mucho fortalecer la organización de todos estos estudiantes que viven en carne propia las contradicciones más violentas del actual sistema mercantil de educación. Tienen los créditos más usureros en las universidades de más mala calidad”,  dice Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

El vocero de la Confech explica que “los hijos de los trabajadores que tienen oportunidad de ir a la universidad no están estudiando en las universidades del Consejo de Rectores: el 70 % de la matrícula de estudiantes de educación superior se encuentra en instituciones de carácter privado”.

Así, y luego de cumplir ciertos requisitos, -como poseer una federación con estatutos propios, independiente de las autoridades universitarias, democráticamente electa y que adhiera al petitorio de educación gratuita- las universidades privadas que pertenecen  al Confech son: la Universidad Central, la Universidad Diego Portales, la Universidad Adolfo Ibáñez, la Universidad Santo Tomás, sede Santiago, la Universidad Pedro de Valdivia, sede Antofagasta, la Universidad Bernardo O’higgins, la Universidad Viña del Mar, y la Universidad de las Américas, sede Concepción.

Las críticas

Sin embargo, la forma en que estas han sido incluidas ha despertado críticas en algunos sectores de la Confech. Uno de los dirigentes que se ha mostrado distante es el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, Recaredo Gálvez, quien afirma que “el ingreso de las privadas ha sido demasiado explosivo. Queremos democratizar el acceso de otras universidades, pero falta una discusión mayor, un análisis político que genere propuestas”.

Otras voces al interior de la Confech van más allá con las críticas. Según dirigentes estudiantiles, salvo la Universidad Central, los estudiantes de las universidades privadas no conocen siquiera el petitorio original de la Confech, por lo que solamente estarían ingresando al organismo estudiantil para engrosar las filas de los distintos sectores políticos y con eso tener mayoría en las votaciones sobre futuras decisiones, afirmación que, según Gabriel Boric, “es completamente falsa y responde a temores infundados. Las posiciones políticas se constituyen en el debate , no vienen predeterminadas”.

El debate respecto a qué implica realmente para el movimiento estudiantil el ingreso de privadas a la Confech se realizará durante la próxima reunión de la Confech el 12 de mayo en la Universidad de  Santiago, Usach, donde uno de los temas principales será definir los detalles de la jornada de la movilización nacional del 16 de mayo, actividad  previa a la gran marcha que se desarrollará en Valparaíso, en marco del mensaje presidencial del próximo 21 de mayo.

Las privadas y los próximos pasos

Para los estudiantes de la Confech afines al ingreso de privadas, el aporte de estas casas de estudio es mucho mayor que sacar a más gente a la calle en cada manifestación. “Es demostrar categóricamente que no somos el brazo del empresariado chileno y demostrarle al gobierno que, al contrario a lo que decía el año pasado, sí estamos en la calle y hemos roto barreras poco democráticas de algunas universidades cuando no se les permitían movilizarse”, explica Daniela López, la militante de la Izquierda Autónoma y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central.

La dirigente de la única universidad privada que participó, con voz y voto, en la Confech el año pasado, agrega que  “queremos ensanchar las espaldas del movimiento estudiantil y no solo a través de las marchas, sino que entregando propuestas estructurales que apuntan a cambiar de base a la educación chilena. Hay que recordar que el estudiante de la universidad privada es consecuencia del sistema”.

En la misma línea, el académico de la Universidad de Chile ligado al movimiento estudiantil, Alberto Mayol, cree que es “indispensable que los estudiantes en su totalidad estén insertos en sus organizaciones pertinentes” porque “están todos en un mismo sistema nacional que se orienta a crear un mercado educativo”.

El sociólogo añade que el peso del ingreso de los privados a la Confech además está dado porque ” la distinción entre estudiante de universidad pública y  privada se extermina. Y quienes creemos en una educación gratuita estamos pensando que sus beneficiarios no serán los actuales estudiantes de las universidades públicas, sino que todos los estudiantes, como los que hoy están en una privada y que tendrían la opción de irse a una universidad pública y gratuita”, dice.

“No hay ningún estudiante en Chile que deba estar ajeno a este debate, incluidos los Institutos Profesionales y los Centro de Formación Técnica, de los que no hay establecimientos públicos”, subraya Mayol , quien afirma que es “un error grave” establecer criterios para que las universidades ingresen a la Confech.

“No hay mayor razón para ingresar a la Confech que ser estudiantes. Está bien que pidan federaciones democráticamente electas, pero el movimiento tiene que preocuparse también de que dónde no existen, incentivar la formación de centros de estudiantes”, explica.

El candidato a doctorado en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid  agrega que además del ingreso de las privadas, la Confech debería “institucionalizar la posibilidad de la educación gratuita, institucionalizar el hecho de que esto tiene que transitar de lo social a lo político” y centrarse en “cómo transformar los temas del movimiento estudiantil en la agenda política del país y cómo salvaguardar que esa agenda sea respetada de acuerdo a los criterios que los estudiantes hayan definido”.

El mapa político de la Confech

A diferencia del año pasado, donde el peso político al interior de la Confech terminó siendo disputado por dos bloques: las Juventudes Comunistas -lideradas por Camila Vallejo y Camilo Ballesteros- y los denominados “ultrones”, este año las fuerzas parecen estar más divididas.

Pese a que aún no concluye el proceso de renovación en todas las federaciones y que todavía no se han desarrollado discusiones que marquen pauta respecto a los distintos grupos políticos, ya son cuatro los sectores que logran posicionarse.

Un grupo que saca leve ventaja en la Confech es la Unión Nacional del Estudiantes (UNE), liderado por la Secretaria General de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, Marjorie Cuello y por Alexis González, de la Federico Santa María. El grupo de izquierda revolucionaria une a varios colectivos a nivel nacional y nació de los denominados “Sinfech”, grupo de izquierda que criticó la conducción de la mesa ejecutiva durante el año pasado.

Esto, pese a que uno de sus principales referentes, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, se alejara del UNE por diferencias en “la lógica de construcción política, la interpretación ideológica y la política del sistema educativo, y los objetivos políticos estratégicos”, según dice la declaración pública de fuerza Universitaria Rebelde, grupo al que pertenece la federación penquista liderada por Recaredo Gálvez.

Un grupo que podría hacerle el peso a la UNE es una especie de bloque moderado, donde se incluyen federaciones cercanas a la Concertación. En este grupo destacan la Federacion de Estudiantes de la Universidad de Santiago, liderados por Sebastián Donoso, indep3endiente, y secundado por Camila Carrasco, militante de las Juventudes Socialistas, grupo que tiene participación en las directivas de la Federación de Estudiantes de la Universidad de la Universidad de Antofagasta y de Magallanes. En él podrían ser bien acogidos algunos descolgados, como la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica.

Otro grupo importante dentro de la nueva Confech es la Izquierda Autónoma, liderado por el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Gabriel Boric, y donde también pertenece la presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central, Daniela López. Este grupo además lanzó la semana pasada Nodo XXI, un nuevo referente que es dirigido por el ex vice presidente de la Fech, Francisco Figueroa.

El cuarto grupo importante en la Confech son las Juventudes Comunistas, quienes, pese a perder peso al interior de la Confech, continúan marcando precencia, principalmente gracias al peso político adquirido por su principal figura y actual vicepresidenta de la Fech, Camila Vallejo. El grupo de la Jota es reforzado por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso, sede Santiago, además de la Católica del Norte, sede Antofagasta.

Pero, ¿dónde apuntarán las nuevas federaciones al interior de la Confech?

De las 8 federaciones de universidades privadas en el Confech, solamente la Central se muestra abiertamente con militancia política. Su presidenta, Daniela López, participa activamente en el grupo de Gabriel Boric, y el ex vicepresidente de la Universidad de Chile, Francisco Figueroa, Izquierda Autónoma.

Sin embargo, para la dirigenta, el ingreso de los estudiantes a la Confech no puede estar dado por una cuestión política. “Pueden ser gremiales, anarquistas y da igual, independiente de los sectores al que pertenecen o de fuerzas internas que se puedan generar. Al Confech debe ingresar todo estudiante solo por el hecho de serlo, independiente del color político que tenga”.

Otra universidad que podría desordenar en algo el mapa político es la Diego Portales, ya que pese a que su presidenta, Fernanda Sandoval, es independiente, en la lista que destituyó a la federación liderada por Patricio Indo, encargado nacional de las Juventudes Comunistas de las Universidades Privadas,  existe otro militante de la Jota, Felipe Mery, vicepresidente de la Fedep.

En cambio, dos federaciones estudiantiles se han mostrado cercanas a la gestión de Noam Titelman, militante de la Nueva Acción Universitaria, Nau, y a la Federación de Estudiantes de la Univerisidad Católica, según detallan miembros de la Confech. Una de ellas es la Federación de Estudiantes de la Adolfo Ibáñez.

Para su presidente, Angelo Giorgio, la federación- la primera en la historia de la Adolfo Ibáñez- no tiene militancia política y momentáneamente “nos estamos agrupando con las privadas ya que hay demandas similares. Independiente de que seamos ‘gallos’ que mayoritariamente creamos que la Confech tiene cosas que mejorar, hay que entrar al debate para primero decir las cosas que están mal y después cambiarlas”.

La otra universidad es la Santo Tomás, sede Santiago. Según su presidenta, Carolina Jara, esta cercanía con el Nau “está dada por afinidades en la forma de trabajar más que políticamente”.

En el grupo de las privadas en la Confech además hay tres federaciones que se definen de izquierda independiente y donde su postura se definirá a medida avancen las discusiones. Estas son la Pedro de Valdivia, sede Antofagasta, la Universidad Bernardo O’higgins y la de Viña del Mar.

Finalmente, la Federación de Estudiantes de la Universidad de las Américas, sede Concepción, asegura que existe afinidades con el resto de las universidades privadas. Su presidente, Fabián Navarrete dice que “la Confech es la organización que ha reunido a los estudiantes y donde deben existir los estudiantes de las privadas, de los IP y de los CFT y donde se deben limar las diferencias entre los estudiantes de las privdas y las estatales”. Pese a decir que no tiene filiación política, reconoce que “hay buenos vínculos con los dirigentes de la Universidad de Chile y de la Federico Santa María”