Cristián Cuevas reafirma su camino a la CUT: “Hay sectores que se acostumbraron a un sindicalismo que hoy no da el ancho”
"Pretendemos ser parte de una lista de mayorías que espero que nos dé la posibilidad cierta de conquistar la CUT para los trabajadores" dijo en esta entrevista el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, donde además critica al historiador Gabriel Salazar por sus palabras contra Camila Vallejo. "Creo que ahí hay cierto tufillo anticomunista", dijo el dirigente.
Con un lápiz en mano y sin escribir una palabra, Cristián Cuevas va diagramando sus ideas en un papel mientras habla. El presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, CTC, y Secretario de negociación colectiva y conflictos de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, medita para escoger las oraciones y hablar de su futuro político.
El dirigente que ha acompañado a los diferentes movimientos sociales reinvindicatorios en las regiones, como los de Calama, Freirina, Aysén y Magallanes, cree que hoy “el escenario social está en disputa y los trabajadores tenemos un rol mayor”, por lo que asegura que se requieren “nuevos liderazgos, con dirigentes sindicales que tengan tropa y muy vinculados a la lucha social”.
Pese a esto, y a las críticas internas que afirman que la CUT debe tener un rol mucho más activo en el movimiento social, en las últimas semanas trascendió que el coronelino de 44 años no integraría una de las nóminas que disputarán la conducción de la multisindical en agosto de este año.
Sin embargo, fue el propio militante del Partido Comunista quien aseguró a El Dínamo que continuaba en carrera, y que pretende “constituir una lista de mayoría, de líderes y trabajadores transversales”, pese a que dentro del partido de la hoz y el martillo suena más la opción de Jaime Gajardo, quien sería apoyado por el subsecretario general de la Central, Guillermo Salinas, para continuar por la senda trazada por Arturo Martínez.
“Uno no puede negarse a ocupar espacios, ya que uno está en la escena social y sindical para tener poder”, afirma.
¿Crees que faltan nuevos dirigentes sindicales?
-Hay muchos, lo que pasa es que es importante darles la posibilidad de instalarse en la escena nacional y puedan provocar ese marco.
¿Qué pasa entonces con la dirigencia de la CUT?
-Es un escenario que está en disputa entre actores que apostamos a un proceso real de mayor legitimación en el mundo de los trabajadores, para poder atraer a millones de trabajadores que no se sienten parte de este proyecto. Nosotros estamos por ir a la disputa de esa conducción y donde hay resistencia de sectores que obviamente se acostumbraron a una forma de sindicalismo que hoy no da el ancho para el proceso que queremos construir y que se está cursando en el país.
¿Tú sigues en disputa para llegar a la CUT entonces?
-Por supuesto, seguimos en disputa y pretendemos ser parte de una lista de mayorías que espero que nos dé la posibilidad cierta de conquistar la CUT para los trabajadores.
¿Falta una CUT que golpee la mesa?
-Necesitamos una CUT que recupere su vocación de poder, transformadora. Una CUT que genere un mayor relato con lo que ocurre en las regiones, en la lucha de los movimientos sociales, en fortalecimiento de nuestras expresiones de la CUT provinciales y comunales, con un liderazgo capaz de entender cómo están cursando estos fenómenos. Necesitamos una CUT que recupere su sentido histórico para la que fue constituida, es decir, para disputar el poder y darle poder a los trabajadores, y eso ya no lo tenemos.
Y eso la CUT no lo está consiguiendo…
No, y no lo va a tener si sigue ese mismo liderazgo.
En Salazar hay “cierto tufillo anticomunista”
¿Te sentiste insultado por las palabras del historiador Gabriel Salazar que cuestionó el liderazgo de Camila Vallejo y dijo que se debería ir del PC?
-Valorando primero a Salazar como historiador, con el cual he participado en más de un debate, creo que nosotros y quienes ayudan a la teorización y reflexión deben contribuir a generar y potenciar los liderazgos. Creo que no contribuye el denostar gratuitamente, sobretodo entendiendo que nosotros los actores que llevamos un camino recorrido y quienes teorizan deben ayudar más bien a procesos de fortalecimiento para que estas nuevas generaciones, como el caso de Camila Vallejo, que creo pueden llegar a generar nuevas oportunidades.
¿Hubo entonces un ataque gratuito?
-Más bien hay una cierta arrogancia y lo que tenemos que hacer es que los muchachos y muchachas de distintas militancias se incorporen al mundo de la política, para darle frescura y generar las posibilidades ciertas de que el día de mañana gobiernen nuestro país.
¿Hay algún punto de la entrevista donde coincidas con la crítica que Salazar le hace al PC en cuanto a estar inserto en esta institucionalidad?
-Nosotros no tenemos que dar pruebas de blancura. Hemos sido un partido centenario que ha pagado altos costos, así como otras fuerzas de izquierda y sociales en la idea de poder alcanzar mejores derechos para los trabajadores. No sentimos que hayamos cometido traición, nunca lo hemos hecho, porque siempre estamos pensando, a la hora de tomar decisiones, en los trabajadores y en el pueblo.
¿Crees que el “PC es una máquina que controlan los viejos”, como dijo Salazar?
-Creo que eso es no entender, no conocer el PC, al menos de mi experiencia. El PC de esta época sigue muy vinculado al mundo de los trabajadores, que ha hecho una lectura de cómo va la articulación de los fenómenos sociales y cómo también van emergiendo dirigentes y líderes sociales que le han dado una frescura y anchura al PC que ayude al proceso de democratización. Para hablar uno tiene primero que estar dentro y para estar dentro tiene que estar vinculado, no de la teoría no más, sino que desde donde emerge el movimiento social, del territorio, de la faena, desde el lugar desde donde pertenece.
Tú no temes ser utilizado por esta supuesta “máquina controlada por los viejos”.
-Por lo menos en mi caso particular de dirigente sindical yo no he visto una denostación, un impedimento destinado a cercenar nuestra capacidad de influencia o de liderazgo desde actores que puedan tener toda una vida de militancia en el PC. Creo que hay una relación recíproca, una complementariedad entre los saberes, quehaceres, las ideas, ideologías, política, en un mundo que ha cambiado, y ha hecho que el PC se va como un partido con un presencia importante y que sea indestructible en estos 100 años.
¿Por qué Camila Vallejo no debiera irse del PC?
-Cuando la gente dice que se vaya, ¿y dónde nos vamos? Cuál es la escena que nos ofrece Salazar, cuál es el espacio de construcción real, un espacio colectivo, un espacio que efectivamente tenga vocación de poder, que logre influir en el mundo social, en los trabajadores, en un mundo globalizado, ¿dónde? Yo creo que eso es arrogancia. El tema es cómo nosotros podemos influir para dar esa anchura de fortalecer la presencia y no pensando solo en la militancia del PC sino que cómo la izquierda logra efectivamente ser una alternativa al modelo. Y eso de recomendar de quedarse o no, cada uno vivirá su propio proceso de sentirse parte de un proyecto y cuando uno se siente que no es parte del proyecto, no estará en él y eso es en cada colectivo. Creo que ahí hay cierto tufillo anticomunista.
¿Compartes las palabras de Vallejo que dice que Salazar tiene un sesgo machista?
-Cuando la persona no ha evolucionado y mantiene una teoría que no se construye desde la experiencia actual de los cambios y evolución de la humanidad, estamos haciendo una lectura incorrecta. Por lo tanto sí hay ese sesgo machista. Yo no invalido su capacidad como historiador, pero sí creo que le falta tener más calle, convivir con los trabajadores y salir un poquito de la academia.
Marcha de la Igualdad
Este sábado es la marcha por la Igualdad. ¿Te has sentido alguna vez discriminado por tu orientación sexual por un partido que alguna vez condenó la homosexualidad y en un gremio minero donde se podría pensar que existe un ambiente más machista?
-Creo que uno se gana los derechos. Yo asumí mi orientación sexual a través de una entrevista el 2008 y creo que uno los derechos se los gana con la lealtad de los trabajadores, el respaldo de tu partido y las fuerzas sociales y políticas que reconocen en ti que caminas con una dignidad que es diferente y que nadie podría decir que no lo hemos hecho por los trabajadores. Y uno como hombre o como mujer, es una totalidad y por lo tanto la lucha contra la discriminación es una lucha contra los propios temores y miedos que tienen las izquierdas, derechas y todo el mundo. Yo por lo menos me he sentido acompañado todos estos años con los trabajadores, con los movimientos sociales y no es tema de debate mi orientación y por lo tanto esos derechos yo los he ganado. Ahora, la pregunta es cómo ganamos los derechos constitucionales que permitan tener derechos iguales que cualquier persona.