Kim Cattrall se sincera: “La cirugía no me interesa. No pienso convertirme en una bolsa de plástico“
La actriz famosa por su rol de Samantha Jones en "Sex And The City" y que ha insistido en que nunca se ha aplicado bótox, sostiene que “las revistas tratan a la mujer que envejece como si tuviera una enfermedad" y agrega que "si la industria quiere encasillarme en un cajón, entonces tendré que customizar el cajón".
La actriz norteamericana, Kim Cattral, conocida por su rol de Samantha Jones en “Sex And The City” no está dispuesta a permitir que ni la edad ni mencionado rol de TV y cine limiten su carrera ni menos su vida. Ella va más allá.
Su poderosa presencia despliega recursos muy diferentes a los de la “come hombres” que ha interpretado por más de una década. En el marco de su participación en el Festival Liberatum de Berlín, Cattral se sinceró al subrayar que “las revistas tratan a la mujer que envejece como si tuviera una enfermedad. Por nada del mundo se me ocurriría obsesionarme con la cirugía estética. No quiero convertirme en una bolsa de plástico“
La actriz que hace años negó haberse aplicado bótox, agregó que “mi padre murió en febrero, tenía demencia. Estoy a punto de cumplir 56 años, no me importa decirlo, y ese es el tipo de experiencias que te hacen cambiar la perspectiva de tu vida”.
La pérdida de su padre cerró un círculo emocional para Kim y esto coincidió con un punto en el que la edad empieza a limitar en exceso las posibilidades de trabajo. “Me he dicho: Si la industria quiere encasillarme en un cajón, entonces tendré que customizar el cajón”, apunta.
Es así como la interprete opta por estos días por lo roles teatrales, indicando que este medio le ha permitido envejer con naturalidad. “En el cine quedo relegada a papeles secundarios y es algo que no me importa, pero en el teatro puedo hacer de Cleopatra. ¿Qué más se puede pedir?”, explica.
Sin ir más lejos en el próximo mes de septiembre Cattral estrenará en los escenarios británicos la obra deShakespeare, “Antonio y Cleopatra”, tras haber cerrado 2011 en Broadway con la comedia “Vidas privadas“.
“Como actriz uno de mis grandes placeres es el de acercar al teatro a una nueva generación. Parte del público que acude a ver mis obras nunca antes había pisado uno“, apunta. Sabe que conecta con un público joven, pero hay gente en el cine que no parece verlo. “Quiero contar un tipo de historias que no encuentro en las películas que se estrenan y eso es frustrante, así que habrá que crearlas…”. Por eso tiene como referente a la también actriz Jane Fonda, dueña de una productora con la que se encarga de “contar historias de mujeres de su edad y de mostrar sus problemas reales“.
El éxito inesperado y la “trysexual“
Kim sueña con hacer algo similar a la mujer que en su día interpretó a “Barbarella“ y es consciente que para eso necesita aprovechar el éxito inesperado de “Sex And The City”.
“Es verdad que nadie pensaba que fuera a ser una comedia tan popular, pero llegó en el momento adecuado. Fue una progresión natural -explica-. En su día la televisión tuvo a Mary Tyler Moore y más tarde introdujo la imagen de la madre soltera con Murphy Brown. Luego llegaron las cuatro protagonistas de nuestra serie. Eran el tipo de personajes femeninos que se necesitaba mostrar, mujeres que pueden comportarse como familia entre ellas y que no necesitan convertirse en hombres para sobrevivir”, sostiene.
Defiende al personaje que le dio fama pero recientemente aseguró que interpretar a Samantha, una mujer que se definía como “trysexual“ porque lo intentaba todo en la cama, casi acaba con su propia vida íntima.
“Por culpa de ella terminé en terapia… pero de todos modos creo que todo el mundo debería ir así que no le guardo rencor“, comenta entre risas. Cuanto menos le ha proporcionado algún que otro momento embarazoso. “Mucha gente te trata en privado como si ya te conociera y ese no es modo de iniciar una relación de ningún tipo. Por no hablar de las veces que se me han acercado y me han dicho ´Gracias a verte en televisión mi mujer y yo tuvimos un hijo´. Ante esa situación solo acierto a decir ´De nada´, aunque en verdad él mérito es de Samantha, no mío”.