Provincia argentina da pasajes a prostitutas para volver a lugar de origen
"Primero se les ofrece ir a un refugio u hotel y también la posibilidad de un subsidio e incluso luego un trabajo", dijo la funcionaria en declaraciones publicadas en el sitio web del diario La Voz del Interior, de Córdoba.
La central provincia argentina de Córdoba ofrece a las prostitutas pasajes para que regresen a sus lugares de origen, incluso a otros países, tras determinar por ley el cierre de los sitios de explotación sexual en el marco de un plan para luchar contra la trata de personas.
La secretaria de Prevención de Trata de Personas de Córdoba, María Amelia Chiofalo, confirmó hoy que los pasajes son ofrecidos a las prostitutas como una opción dentro de otras alternativas.
“Primero se les ofrece ir a un refugio u hotel y también la posibilidad de un subsidio e incluso luego un trabajo”, dijo la funcionaria en declaraciones publicadas en el sitio web del diario La Voz del Interior, de Córdoba.
El periódico publicó los testimonios de tres mujeres que ejercían la prostitución de locales de Córdoba clausurados tras la aprobación de la ley y que rechazaron el ofrecimiento de pasajes para volverse a sus sitios de origen fuera de la provincia.
Entre ellos está el de una dominicana, María, de 35 años, que rechazó la alternativa de retornar a su país.
“Yo voy a seguir trabajando. A mi hijo le mando la plata para un colegio privado. Les dije a los psicólogos que necesito un trabajo de 3.000 pesos mensuales (unos 660 dólares) para dejar de prostituirme. Pero no me ofrecieron nada. ¿Quién va a mantener a mis hijos? Yo no vine a Argentina por gusto: vine por necesidad”, dijo la mujer.
El periódico apuntó sin embargo que la mayoría de las mujeres abordadas en los operativos de cierre de prostíbulos en Córdoba, aplicados desde hace un mes y medio, sí aceptó el billete para volver a su casa.
La coordinadora de la Red Alto al Tráfico y a la Trata, Viviana Caminos, celebró la ley para luchar contra la trata de personas en Córdoba pero consideró que la “medida no sirve si no va acompañada con políticas públicas de reinserción social y con articulación del lugar al que la víctima vuelve”.
“Las chicas suelen llegar a sus lugares de origen y allí no siempre tienen asistencia. Esa es la realidad”, señaló Caminos.