El día que el sacerdote John O’Reilly fue premiado con la nacionalidad chilena
Uno de los considerandos que el Parlamento tuvo en cuenta para darle la nacionalidad fue: "su gran preocupación ha sido siempre la formación de la juventud, cultivando en los jóvenes virtudes como el respeto, la transparencia, la vida de gracia y por sobre todo, la entrega a las personas más necesitadas"
Hubo un momento en que el sacerdote de nacionalidad irlandesa John O’Really, el rostro más mediático de la Congregación Legionarios de Cristo en Chile, tuvo al parlamento chileno rendido a sus pies.
Fue en 2008, cuando se le concedió por gracia la nacionalidad chilena, gracias a la moción presentada por los diputados Enrique Accorsi, Rodrigo Álvarez, Guillermo Ceroni, Maximiano Errázuriz, Marcelo Forni, Nicolás Monckeberg, Jorge Sabag, Eduardo Saffirio y Samuel Venegas.
El sacerdote, hoy acusado de abuso sexual en contra de una alumna del Colegio Cumbres, donde hasta ayer era capellán y asesor espiritual, se adjudicó así el más alto honor que se puede conferir a un extranjero en nuestro país, y que sólo se concede a personas notables y destacadas, que “exorbitan el término regular en el estado de actividad que les es propio”.
En efecto, para el otorgamiento de la nacionalidad se consideran como argumentos a favor, entre otros, haber prestado servicios o haber entregado beneficios notables al país por un tiempo prolongado, haber hecho toda una vida en Chile sin que la opción a la nacionalidad chilena esté motivada por la reuncia a su nacionalidad de origen, y haber sido un líder en su comunidad, siendo reconocido por ésta como tal.
En 2008 la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía consideró, sin cuestionamientos, que las obras realizadas por el Padre John Joseph O’Reilly constituían antecedentes suficientes para hacerlo merecedor de la nacionalización.
En medio del análisis del proyecto, una de las participaciones más entusiastas fue la del diputado Sergio Ojeda (DC), quien se refirió así a la obra del sacerdote:
“Éste es un justo premio para quien ha estado durante años en Chile efectuando diferentes actividades relacionadas con la educación y la cultura; con la formación de jóvenes, a quienes ha inculcado valores y virtudes. Ha participado también en el área de las comunicaciones y su labor, bastante fecunda, de carácter solidario y desinteresado, ha concitado el merecido agradecimiento y la adhesión de mucha gente para entregarle este reconocimiento que el Estado chileno hace a los extranjeros ilustres por grandes servicios prestados a la Patria”.
Se consideró que O´Reilly había permanecido hasta entonces en Chile 22 años, tiempo en el cual había realizado una labor apostólica y educativa dirigida al mundo de la juventud. “Se aprecia aquí, entonces, su valiosa contribución. Es evidente la acción benéfica, solidaria del sacerdote y sus servicios notables brindados por largo tiempo”, consigna el acta.
En la discusión del proyecto de ley que dio origen a la nacionalización de O’Reilly, la Comisión de Derechos Humanos tuvo a la vista una relación pormenorizada de su vida.
Son 10 considerandos que se asoman a todos los ámbitos en los que este sacerdote tuvo la oportunidad de dejar su huella, y que a continuación se reproducen:
1 .- Que el sacerdote de nacionalidad irlandesa, John O’Reilly es el mayor de nueve hermanos, hijo de padres agricultores y cuya infancia transcurre, hasta los 14 años, cerca de Dublín trasladándose a esa edad a la ciudad. Hizo su educación primaria entre 1951 y 1965 en Killalon N.S. Meta Grey C.B.S. Dublín ST Brendan’s Collage Dublín; en 1966 ingresa a la Congregación Religiosa de los Legionarios de Cristo; en 1968 hace sus estudios superiores de Humanidades en Salamanca, España; entre 1969 y 1977 da su licenciatura “Summa Cum Laude” (distinción máxima) en Filosofía y Teología en la Universidad Santo Tomás en Roma y se ordena sacerdote en Navidad de 1975 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Roma;
2.- Que entre 1976 y 1980 es destinado a Veneto, donde funda la casa Legionarios de “Treviso”, enfocando su trabajo apostólico en la juventud; entre 1981 y 1984 es director del Colegio Cumbres de Ciudad de México;
3.- Que llega a Chile en 1985, donde permanece hasta el día de hoy. Su primera actividad en nuestro país fue con jóvenes de la Universidad Católica y luego se amplía a diversas instituciones como la Universidad Gabriela Mistral, los colegios Grange y Villa María Academy, participando activamente en los trabajos de invierno y de verano;
4.- Que en Chile ha puesto en marcha importantes instituciones educacionales, donde ha focalizado su labor apostólica: los Colegios Cumbres (primer lugar en la PSU a nivel nacional); Everest; Highlands; Mano Amiga de Recoleta y Santa Teresa de Los Andes, en La Pincoya, en los que actualmente es asesor espiritual y director;
5.- Que adicionalmente, asiste a los colegios Apoquindo, y Las Ursulinas y actualmente a la Universidad Finis Terrae, donde además, es parte del directorio;
6.- Qué su gran preocupación ha sido siempre la formación de la juventud, cultivando en los jóvenes virtudes como el respeto, la transparencia, la vida de gracia y por sobre todo, la entrega a las personas más necesitadas;
7.- Que ha participado activamente en fundaciones como Gente Nueva, Familia Unida y Generación Empresarial. En Gente Nueva su trabajo ha sido de fundamental importancia, dando un enfoque real a los temas propios de ellos. En la Fundación Familia Unida lo fundamental ha sido promover los valores de la familia;
8.- Que su acción también se ha extendido al mundo empresarial, como en la Fundación Generación Empresarial, donde además, es su asesor espiritual;
9.- Que en el campo de las comunicaciones ha tenido una activa presencia. Escribe en diversos medios, en radios, tiene programas en radios Horizonte y Duna. En televisión Mega colabora en programas como Hola Andrea, Palabra de Vida y celebra la Santa Misa los domingos, que se transmite por ese canal de televisión a todo el país;
10.- Que durante los 22 años que el Padre O’Reilly ha permanecido en Chile, ha realizado una labor apostólica y educativa dirigida al mundo de la juventud, inculcando el amor al prójimo y a los más necesitados y a través de la creación de diversos establecimientos educacionales, algunos con extraordinarios resultados académicos, se aprecia su valiosa contribución al país.