El antropólogo que exhumó restos de Allende, clave en el caso de niños españoles
El informe del especialista Francisco Etxeberria, que también ha colaborado en la identificación de víctimas de la dictadura de Pinochet, es decisivo para esclarecer la muerte de los menores Ruth y José Bretón, desaparecidos hace casi un año.
El médico Francisco Etxeberria Gabilondo, un especialista forense de renombre que ha trabajado, entre otros, en el estudio de los restos del expresidente chileno Salvador Allende, ha sido clave en el vuelco que dio hoy el caso de los dos niños españoles desaparecidos hace casi un año.
El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, informó hoy en rueda de prensa de que los resultados de dos informes periciales externos contradicen a un primer estudio realizado por la policía científica poco después de la desaparición de los niños, en octubre de 2011, cuando estaban al cuidado de su padre.
De acuerdo al informe policial de hace 10 meses, los restos hallados en una hoguera encontrada en la finca Las Quemadillas, propiedad del padre de los menores Ruth y José Bretón, de 6 y 2 años, respectivamente, correspondían a “huesos de pequeños animales, no existiendo huesos humanos”.
Sin embargo, la familia de la madre de los niños encargó un informe al antropólogo Etxeberria – que fue autorizado a investigar por la policía y el juez- que concluyó que entre esos restos carbonizados había restos de huesos humanos, en concreto “inmaduros” y pertenecientes a niños de las edades de Ruth y José.
Este reputado especialista participó el año pasado en la exhumación y análisis de los restos del expresidente chileno Salvador Allende, en el marco de una investigación abierta para esclarecer su muerte.
Nacido en 1957, este profesor es titular de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, donde imparte docencia ininterrumpida desde 1983.
También dirige la Sociedad de Ciencias Aranzadi, una prestigiosa asociación científica sin ánimo de lucro fundada en 1947.
En el seno de esta sociedad, Etxeberria dirige un grupo de trabajo constituido para el estudio de los desaparecidos y las fosas comunes de la Guerra Civil española, que ha colaborado en más de un centenar de exhumaciones en España desde el año 2000.
En concreto, ha asesorado al ahora exjuez Baltasar Garzón en su causa sobre la recuperación de la Memoria Histórica.
También ha colaborado con las autoridades chilenas en la identificación de las víctimas desaparecidas a partir de 1973 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Ante la contradicción entre el informe del profesor Etxebarria y el que hizo la policía científica hace diez meses, el ministro del Interior reveló que la Policía decidió encargar un tercer estudio a otro experto externo, José María Bermúdez de Castro, codirector del equipo científico de los yacimientos de Atapuerca.
Bermúdez de Castro concluyó que los restos de la hoguera correspondían a “al menos un niño de 6,22 años”, lo que confirmaba la tesis de Etxebarria.
Los informes de ambos expertos coinciden también en que la temperatura de la hoguera pudo alcanzar hasta 800 grados, gracias a una placa metálica, lo que convirtió ese fuego en un auténtico “horno crematorio” que hace imposible hallar el ADN de los restos.
El padre de los niños, José Bretón, que se encontraba con los menores en el momento de su desaparición, y que está en prisión desde varios días después, mantiene que los perdió cuando paseaba con ellos por un parque de la ciudad de Córdoba (sur).
Los padres de los menores estaban separados y desde el primer momento la desaparición de los niños se investigó como una forma de venganza por parte del esposo contra su ex mujer, Ruth Ortiz.