¿Qué le pasó a la Chica de Rojo?
Hay veces en que es mejor dejar los lindos recuerdos bien guardados un lugar especial de la memoria. Un ejemplo de esto es lo que nos puede llegar a suceder al googlear el nombre de Kelly Lebroc, la incomparable Chica de Rojo que con solo una escena logró quedarse para siempre en los anales de la sensualidad cinematográfica mundial. El tiempo es un cruel verdugo.
Convengamos que la película no es muy buena. De hecho casi nadie recuerda la trama y se queda sólo con aquella escena grabada a fuego en el lugar más preciado de la fantasía ochentera. Al ritmo de los sintetizadores de Steve Wonder Kelly Lebroc realizaba una especie de homenaje a Marilyn Monroe en “La tentación vive arriba” (1955).
Lebrock marcaba la diferencia enfundada en satín rojo (al menos eso parece) contoneándose cadenciosamente con el viento levantando su vestido, compartiendo los secretos de su lencería en un “regalo privado” que Gene Wilder recibe con su especial cara absorto y no muy astuto, que de seguro también compartieron todos los que alguna vez vieron esa escena.
Pero el tiempo es cruel y hoy nos recuerda que quizá esa fantasía nunca existió y que Kelly no es más que una mujer común y corriente que hoy tiene 62 años y que de aquella Chica de Rojo sólo conserva algo de ese brillo en los ojos.
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